5 datos de la mantequilla que quizá no sabías
La untas en un pan, la usas para hacer un pastel o para que los huevos de tu desayuno queden más ricos: la mantequilla es ese alimento exquisito que quizá no conocemos del todo. Te doy algunos datos que pueden interesarte.
Vanessa Villegas es filósofa y creadora del podcast Carreta de recetas, un programa sobre cocina, género, política y cultura. En el episodio dos, “La mantequilla, una sobreviviente y la escritura como terapia”, se enfoca en hablar de este ingrediente que ha sido importante en la historia, el cual vivió estigmatización en la segunda mitad del siglo XX, pero que ha ido reincorporando su valor en la actualidad.
En “La buena cocina: cómo preparar los mejores platos y recetas” Harold McGee dice que la mantequilla es un producto sabroso para untar y una grasa muy versátil para cocinar, especialmente útil en repostería. Esta se hace batiendo crema de leche hasta que sus gotitas de grasa se pegan en grandes masas: tiene 80% de grasa y el resto es agua, proteínas lácticas, azúcar y emulsionantes. Cuando se derrite, se separa en dos partes: la grasa dorada arriba y la solución acuosa lechosa abajo.
Datos de la mantequilla: lo interesante y lo sorprendente
- El origen de la mantequilla se remonta a las poblaciones de Mesopotamia entre el 9,000 y 8,000 a. C. cuando la leche de cabra y oveja viajaba al interior de pieles de animales que colgaban suspendidas horizontalmente. Al agitarse en los trayectos, esta llegaba convertida en mantequilla y en suero de mantequilla.
- Los romanos y los griegos consideraban inferiores a otras culturas: el consumo de leche y mantequilla era visto como algo barbárico (ellos preferían el aceite de oliva) y les decían “comedores de mantequilla” a los europeos del norte que la ingerían como ofensa. Esto es un ejemplo xenófobo relacionado con lo alimentario.
- La mantequilla tenía usos medicinales: se usaba como ungüento para tratar heridas de la piel, así como malestares de garganta. Esto fue asentado por médicos como Galeno y Plinio el Viejo.
- Este alimento está asociado a la divinidad: existen diseños artísticos de mantequilla, los torma o tsepdro, que se remontan a las culturas pre budistas y tibetanas, con símbolos como animales o flores. Para ellas se utiliza mantequilla de yak mezclada con harina de cebada y colorantes.
- La iglesia católica prohibía comerla durante la Vigilia. Este veto se extendió hasta el siglo XVII. Pero un par de siglos antes, había personas que pagaban diezmos para poder hacerlo en esta época. La Torre de Mantequilla en Ruan, Francia, se construyó gracias a las aportaciones de la gente que pedía ese permiso.
La mantequilla como mensaje
Te comparto el programa completo para que conozcas como este ingrediente puede ser un mensaje de diversidad: en todas las culturas han existido prejuicios y Vanessa aporta una visión interesante de perspectiva de género, cultura y política a partir de esta delicia láctea y otras comidas.
También este viaje mantequilloso entrelaza la historia de la escritora María Camila Dávila Bermúdez, quien en su libro “En bus a Santa Marta” narra el camino que tuvo que seguir para enfrentar el cáncer, para salir del clóset y para aceptarse a ella misma. Este audio va ad hoc con el mes del orgullo LGBT+, así como con la búsqueda de buscar miradas periféricas sobre las culturas a través de lo que llevamos a la mesa.
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