10 consejos para comer mejor
He leído diferentes artículos sobre cómo comer mejor y dos de los que más me gustaron por su sentido de tropicalización y sustentabilidad fueron los de Edward Behr del blog de comida de la Fundación James Beard y el de Mark Bittman del diario norteamericano The New York Times.
Aquí mis sugerencias al respecto:
1. Honra la cocina de las abuelas
Esos guisados de nostalgia, como el mole de olla o el cerdo con verdolagas, son deliciosos, balanceados y una buena idea para la hora de la comida.
2. Come más lácteos (de verdad) o busca alternativas
Asegúrate de comprar los que sean de mejor calidad y que incluyan 100% leche de vaca o cabra. También puedes tomar leche de arroz, de soya o de almendras como otras opciones. Además, existen quesos, yogurts y leche de productores artesanales mexicanos que se alejan de los productos industrializados.
3. Una palabra: maíz
Nuestro grano maravilloso tiene una amplia variedad de posibilidades y usos gastronómicos: enchiladas, tamales, atoles y más. Eso sí: no es lo mismo una tortilla de maíz azul, rojo, blanco o amarillo elaborada artesanalmente con una nixtamalización que aporta nutrientes a la de un supermercado.
4. Sal de tu zona de confort al cocinar y atrévete a comer crudo
¿Eres de los que come diario bistec con arroz rojo o pechuga asada con sopa de fideo? Si bien estos platillos son muy ricos, descubre sabores y combinaciones: además de variar tu dieta te divertirás y sacarás del aburrimiento a tu paladar. Acércate a las ensaladas: comer verduras crudas es saludable y fresco.
5. Sin purismos ni satanizaciones
Todas las gastronomías tienen comida deliciosa, así que descansar de la mexicana está bien. Y si algún día se te antoja una hamburguesa, cómetela; si quieres un pastel de chocolate, dátelo. La comida es goce y no estrés. Sólo no exageres y ten mesura.
6. La cultura del mercado y el consumo local
Si bien el súper es la opción más sencilla, planea tus compras y conoce a tus proveedores: compra tu fruta y verdura en algún mercado, tu pan en la panadería local y el café en alguna cafetería interesada en apoyar a productores mexicanos y así sucesivamente. Ponerle un rostro a quien te provee de tus alimentos hace del acto alimentario algo más humano y no sólo un contrato de compra- venta.
7. Usa el sentido común
¿Acaso piensas que es normal un mango todo el año o que existan tomates del mismo tamaño siempre? La naturaleza tiene ciclos e imperfecciones y comer productos de temporada no debe ser una moda sino una condición natural.
8. Incluye especias y hierbas de olor
Descansa de la sal y el azúcar. Existen diversos ingredientes que darán otra personalidad a tu comida. Agrega canela o cardamomo a tus aguas frescas o pimienta, hinojo u hoja santa a tus platillos.
9. Infórmate sobre el tema alimentario
La comida es más que una necesidad fisiológica: es un acto cultural, biológico y social. Mantente al tanto de lo que sucede en temas agrícolas, médicos y demás relacionados en fuentes fidedignas y sé más analítico con la información que lees para elegir mejor lo que llevas a tu cuerpo.
10. Goza tus comidas y sé aventurero
Parece un consejo ocioso pero no lo es: come despacio, elige un mejor ambiente y buena compañía. Incluso, disfruta en soledad de tus comidas mientras lees un libro. Y otro tip: ahorra y ve a un lugar diferente cada mes- y sobre todo, más allá de los centros comerciales-: ser aventurero te ayudará a conocer más el mundo que te rodea.
¿Qué otra sugerencia agregarías a esta lista?