Puente de Ojuela
Además de conocer las maravillas naturales de Mapimí en Durango, date una vuelta por el puente colgante de Ojuela, considerado como una maravilla de la ingeniería.
Visible a mucha distancia, mide 38 metros de largo por dos de ancho y si lo cruzas podrás observar la profunda cañada de 100 metros. No te asustes si al caminar sobre él, escuchas el tambaleo; no te preocupes, está construido con acero y gruesos tensores que descansan en cuatro sólidas torres hundidas.
Fue construido en el siglo XIX por un ingeniero alemán llamado Santiago Minguín, para comunicar el puente y poder transportar el metal hasta los patios del pueblo. En la actualidad el histórico puente ha sido restaurado, principalmente las torres originales de madera, que durante 100 años sostuvieron su estructura, se cambiaron por otras de acero.
Fuente: Secretaría de Turismo de Durango