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Café mexicano, ¿en crisis?

Café mexicano, ¿en crisis?
  • Publicado20 julio, 2016

El café mexicano está en crisis y vive una situación delicada que debemos voltear a ver. “La producción en México está peor que nunca. Probablemente este año se importe café para el consumo interno y en el mundo de los comercializadores se dice que ya está llegando a nuestro país café de Honduras y Guatemala porque no alcanza”, dice Jesús Salazar, especialista en café.

¿A qué se debe esta situación? Este 2016 es el cuarto año en el cual se vive una pandemia llamada roya, que es una enfermedad global del café y consta de una espora que ataca a la hoja y hace que la planta se quede solo con varas, sin fruto.

Hace 20 años existe la roya pero las autoridades no han hecho nada al respecto y no hay programas efectivos de fortalecimiento al campo ni se dan insumos a los productores para fortalecer la salud de sus plantas, opina Jesús.

“Hoy una familia que solía tener 30 sacos de café tiene ocho o 10 y reducen a una tercera parte sus ingresos, viven con una tercera o cuarta parte de lo que vivía hace cinco años”, agrega.

Precios, empresas y más problemáticas

En la nota Café mexicano sufre su peor crisis en 4 décadas de Mauro Álvaro Montero en el periódico El Financiero se lee que “la caída en los precios internacionales, los problemas generados por la roya en los últimos tres años y el exceso de lluvia en 2015 han llevado a México a vivir una de sus peores crisis de producción de café al menos en las últimas cuatro décadas, según datos de la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café (Amecafé) y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos”

Esto, aunado a que algunas grandes empresas como Nestlé regalan plantas de cafés de alta resistencia a la plaga pero de baja calidad en nuestro país condena a que los productores les vendan durante 30 años ese café a precios bajos, dice Jesús. Él tiene proyectos colectivos con familias de caficultores en Chiapas, como su tienda en línea Cafeólogo. También da asesorías en el tema y está por abrir un hotel en San Cristóbal de las Casas con clases de barismo y un pequeño cafetal para que la gente se sensibilice con el tema.

Jesús cree que existe otra vía para rescatar a los productores: piensa que no basta con recuperar la producción sino que se debe incrementar la calidad de lo que ya existe. “No soy agrónomo, solo digo que con lo que se tiene pueden subir la calidad cinco o seis puntos y su precio subiría de $15 o $20 pesos por kilo”, declara.

Foto: Cafeólogo

Más retos de los caficultores

Una problemática más es que los caficultores lo son por herencia, tradición o necesidad pero no hay profesionales en el tema y se requieren mejores conocimientos para tener mejor calidad pues “la enfermedad no se puede erradicar hay que aprender a vivir con ella”.

Otra complicación es el sistema de intermediarios o “coyotes” que tienen acorralados a los productores para poder surtir las enormes demandas de las grandes empresas a precios muy castigados en los cuales importa más el volumen que el control de calidad.

“Los micro productores se someten a las leyes de un comercio en el que no participan y obviamente esos precios no están basados en los costos de producción sino en la rentabilidad”, dice.

Producción y más detalles

El café es un soft commodity, como el algodón, el jugo de naranja, el azúcar y el cacao. Como tal, su precio internacional es determinado por las leyes de oferta y demanda lo cual resulta injusto para los caficultores. Se analizan contratos a futuro y los países pronostican producción disponible. “Es un mundo salvaje”, expresa Jesús y añade que lo ideal sería que el precio del café se basara en los costos de producción anual y eso aplicara también para el consumidor.

De acuerdo al informe FAO Coffee Pocketbook 2015 aproximadamente el 60% de la producción mundial de café es arábica, mientras que el otro 40% es robusta. “La mayoría del café es producido por países en desarrollo. “Los beneficios de la expansión de la industria del café en años recientes no siempre han llegado a los más pobres. Muchos de los más grandes países productores de café siguen teniendo a más del 10% de su población viviendo con menos de $1.25 dólares al día. Sin embargo, algunos procedimientos en producción de café han permitido a algunos caficultores pequeños escapar de la pobreza al adaptar nuevas tecnologías o cultivar otras variedades para ofrecer mejores granos”, se lee en este documento.

Jesús también deja sobre la mesa el tema de la cadena completa del cafetal a la taza: ¿de qué sirve hacer buenos cafés si no hay consumo? “Estamos en pañales después de cosechar la fruta en los siguientes procesos”, dice. Es una cadena y como tal cada parte requiere la atención debida.

Foto: Cafeólogo

¿Cómo apoyar al café mexicano?

Quizá te preguntes en este punto cómo puedes ayudar, una forma sencilla de fomentar un mejor café mexicano es comprarle a empresas que trabajen directamente y de manera justa con los productores. El poder del consumidor es importante pues si éste exige y conoce, algunas industrias generarán mejores alimentos pues hay clientes que los requieren.

Sería ideal contar en cada producto con fichas como las que ofrece Jesús en los cafés que vende. En cada una de ellas se puede leer el nombre del caficultor, las variedades de café, el proceso, el origen, las notas de cata y sobre todo, su relación personal con las familias para poder conocer más lo que beberás cada mañana.

¿Estás seguro que quieres seguir bebiendo café soluble o en cápsulas cuando puedes ayudar a nuestro campo comprando un grano distinto? Sí, quizá te fijarás en la diferencia en costo de uno o la idea de prestigio del otro pero piensa en lo que aquí leíste. El café barato tuvo que sacrificar el ingreso de muchas personas que trabajan arduamente en los cafetales en los cuales participan desde los niños hasta los padres, de manera comunitaria. Tú decides.

¿Ya sabías que el café mexicano está en crisis? Cuéntanos si tienes más información al respecto para compartir.

Más información:

Página web: www.cafeologo.com

Facebook: Cafeologo

Twitter: @cafeologo

Agradecemos a Comensales y a Cafeólogo su apoyo para esta nota.

Fuentes: AMECAFÉ, El financiero y FAO

Foto: Cafeólogo

Autor

  • Mariana Castillo

    Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

Escrito por:
Mariana Castillo

Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

1 Comment

  • Me gusta tomar buen café,vivo en Guadalajara pero vamos mucho a Chiapas y ahí tenemos la oportunidad de conocer más sobre este tema.Conductora por casi 23 años de un programa de cocina en ”RADIO MUJER” Con sazón a la mexicana profesora,historiadora y sobre todo una amante de nuestra gastronomía,creo que estos artículos se deben de transmitir para que todos estemos enterados de la realidad de nuestros productos.

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