Ofrendas zacatecanas, tradición entre llamas
El municipio Pinos es uno de las más importantes dentro de la celebración del Día de Muertos en Zacatecas. El origen de esta costumbre data de la época prehispánica, cuando este lugar era habitado por la tribu de los chalchihuites, quienes desde entonces ya realizaban singulares ritos para homenajear a los difuntos.
La costumbre consistía en que, cuando un ser querido moría, se hacía una fogata para incinerar el cuerpo, después las cenizas eran repartidas entre los familiares, quienes las metían en una bolsa de cuero que siempre iba atada a su cintura.
Al igual que en otras localidades de la República Mexicana, la ofrenda es tradicional, no importa si es grande o chica, lo único que importa es agradar a los familiares difuntos. Se prepara con flores, veladoras, fotografías, una buena botella y suculentos platillos que habrán de consumir los espíritus.
La comida tradicional para estas fechas son: los tamales, el atole, las gorditas, las calabazas y las enchiladas zacatecanas. Una variante muy peculiar en esta región es colocar algunas piedras o cuarzos en el altar, sobre todo si el homenajeado, en vida desempeño el oficio de minero.
Por lo regular, las ofrendas zacatecanas tienen dos o tres pisos, en el primer nivel se pone la fotografía del difunto junto con sus pertenencias que según la tradición popular representan el cielo y la tierra respectivamente, en los subsecuentes se colocan flores, imágenes de culto y agua. Sobre el suelo se colocan los elementos que simbolizan el aire y la tierra que en este caso son veladoras en distintas formas como: corazones, cruces y coronas.
Entre las flamas
Un aspecto muy singular de este ritual es que una vez colocadas las veladoras en el piso, las mujeres y los niños pequeños saltan por encima de las flamas, no importando que estas lleguen a alcanzarlos, ya que según la tradición este es el lazo que une a los vivos con los muertos.
Mientras que el resto de los pobladores, suben al cerro más cercano, y colocan algunas veladoras para los muertos que no tuvieron hogar haciendo un pequeño baile característico de la región y saltando entre las flamas.
Fuente: portalzacatecas.com
