¿Es curable la fibromialgia?
Como muchos otros padecimientos crónicos, la fibromialgia no es curable. Sin embargo, diversos cambios en la alimentación, los hábitos y el estilo de vida del paciente, puede ayudarlo a controlar totalmente esta enfermedad.
La fibromialgia es un padecimiento que se caracteriza por producir en el paciente una sensación de dolor generalizado en todo el cuerpo y fatiga crónica que no se mejora al descansar.
¿Cuáles son los focos de alerta para la fibromialgia?
El principal síntoma es la fatiga crónica, un cansancio extremo que no se alivia con dormir, 93 por ciento de las personas diagnosticadas padecen insomnio acompañado de otros síntomas como: dificultad general para conciliar el sueño, sueño ligero, bruxismo (rechinar los dientes al dormir), síndrome de piernas inquietas y síndrome de movimientos periódicos de las piernas.
También se puede presentar rigidez matutina que perdura a lo largo del día, lo que le genera una incapacidad de movimiento al paciente, ardor en la piel parecido a la sensación de haberse quemado y trastornos de memoria.
“Una persona puede ver un artículo y saber para qué sirve, pero no recuerda cuál es su nombre. Este tipo de síntomas generan mucho miedo en el paciente” explica la psicóloga Jimena Zelonka, encargada del apoyo emocional en la Fundación Mexicana para la Fibromialgia.
¿Dónde acudir ante el diagnostico?
“Es importante ir descartando que estos síntomas que no se expliquen por otra condición como: artritis, lupus o reuma” comenta la terapeuta ya que no existe ninguna especialidad médica que se dedique al pleno tratamiento de esta enfermedad.
El paciente debe apoyarse de un equipo médico conformado por: internistas, reumatólogos, psiquiatras y neurólogos para obtener un diagnóstico acertado.
En México, muy pocas instituciones de salud atienden este padecimiento, entre ellas el Instituto Nacional de Psiquiatría y la Fundación Mexicana para la Fibromialgia. Si deseas información visita el sitio www.fibromialgiamexico.com o comunícate a los teléfonos (55) 528-7926 y 5171-0150.
Agradecemos a la doctora Jimena Zelonka Gil y a la Fundación Mexicana para la Fibromialgia su apoyo para la realización de esta nota