Blue Demon Jr. fue el padrino de tamales
Cuando era niño el luchador Blue Demon Jr. ayudaba a su abuelita a hacer los tamales estilo Monterrey. Había de frijol, carne de puerco y res y no eran tan grandes como los de la ciudad sino más delgados. La acompañaba a comprar el maíz, a llevarlo al molino del nixtamal, a cortar las hojas y a ponerle la masa y relleno con una cucharita.
Contó esa memoria mientras la gente lo esperaba afuera pues sería el padrino de los tamales y las tortas de tamal el Día de la Candelaria en Tortas y Cafés de Súper Astro en la Ciudad de México, el negocio de Súper Astro, su amigo con cuatro décadas en el ring y 28 años en el rubro de las torterías en la zona Centro.
Tamaliza con el luchador Blue Demon Jr.
Niños disfrazados como él, jóvenes con pósters ansiosos por tener un autógrafo suyo y gente de todas las edades, hacía fila para recibir uno de estos bocados de maíz y platicar unos minutos con su ídolo, el hijo adoptivo de la leyenda Blue Demon que cuida su legado con trabajo duro.
Aunque se le antojaban estos envueltos en totomoxtle su régimen no le permitía comer este antojo de febrero (y todo el año). “No como nada de carbohidratos por ahora. Pura proteína, pollo y pescado. Una vez a la semana, carne roja. Es que estuve fuera de cuadrilátero por tres meses y luego tres antes no pude hacer ejercicio por una lesión en mi hombro. Desde la rosca se me antojaba pero me tuvieron que someter a lo que dice entrenador y médico”, explica. Regresará al ring el 25 de febrero en Tijuana, la ciudad natal de Súper Astro.
La vida del hijo del demonio
No solo de lucha vive este Demonio Azul. Da conferencias motivacionales, tiene una fundación, diferentes tiendas de ropa y artículos y hasta su marca de mezcal. El cáncer le enseñó mucho y quiere ayudar a otras personas a que la enfermedad sea no solo llevadera sino superable.
Él cree que es un cliché que algunos consideren a los luchadores “nacos”. “Así nos dicen porque somos del vulgo pero yo creo que el pueblo de México no tiene una etiqueta. Van a vernos abogados, obreros y la lucha libre los pone al mismo nivel a todos”, explica.
Respecto a la WWE norteamericana opina que es un show y una telenovela ya que la lucha libre mexicana es un deporte profesional de competición. “No tenemos nada que ver, ellos se llaman estrellas”, dice.
Llevar esa máscara no es fácil: “es una responsabilidad súper grande. Mi padre me preparó para eso. En su momento él hizo lo que tenía que hacer para dejarme y mantenerme así”, agrega.
Planes futuros de Blue Demon Jr.
Cuenta que está por abrir una escuela de lucha libre en Estados Unidos. Desea que talento mexicano esté entrenando allá. Si bien él habita en el país vecino, ya que se fue por la violencia, asegura que la situación sí es difícil pues hay muchos estereotipos. “Pero creo que uniéndonos podemos salir adelante”, dice.
“¿Ni para comer te quitas la máscara?”, le pregunta una reportera. “Tengo una abierta para poder comer. Aunque soy muy disciplinado cuando no estoy a dieta me la paso con el chaparrito, me tomó un café, o pido un platillo. De comida me gustan muchas cosas: el sashimi, la arrachera y las fajitas pero me cuido mucho.”, finalizó.
Al terminar la entrevista siguió atento de su afición, que seguía buscándolo. Sabe que ellos son los que importan y los trata con amabilidad.
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