Dulces tradicionales Mina Kim, legado de cariño y sabor en Yucatán
La memoria es poderosa. La yucateca Liliana Gutiérrez May continúa honrando a Mina Kim, su abuela, con la elaboración de dulces tradicionales. Después de la muerte de esa mujer a la que tanto ama, ella decidió crear esa marca que lleva su nombre en 2015.
Estos postres son más que un negocio, son un legado de cariño que busca recuperar los sabores de antaño. Liliana desea que no se olviden los dulces tradicionales yucatecos pues tanto su generación como las nuevas ya no los conocen.
Herencia de sabor
“Vivimos una lucha porque los han vuelto muy comerciales. Yo crecí viendo a mi abuelita trabajar en ellos y es una herencia de sabor. Quiero que mi niña siga esta tradición tan rica. Cuando empezamos el mercado la gente nos preguntaba que por qué los dábamos tan caros. Ahora donde nos ven nos compran sin preguntar pues somos garantía de sabor casero”, dice Liliana.
Lizbeth May Kim, su mamá; Alan, su hermano; y su esposo le ayudan en esta labor manual y meticulosa: los dulces se elaboran de forma artesanal, con los ingredientes adecuados y naturales, sin trucos de harina añadida para mayor rendimiento o exceso de colorantes artificiales.
Algunos ejemplos de dulces tradicionales yucatecos
Cuando ves la mesa donde se muestran sus manjares azucarados la vista se deleita con formas, texturas y colores diversos. No estás viendo algo común, requiere paciencia y todo se antoja. Elegir no será fácil.
Algunos de los que sorprenden por su técnica son las Frutitas de mazapán. Para elaborarlas se debe quitar la cutícula verde de las semillas de calabaza, luego de remojarlas en agua y pelarlas una a una. Ya listas se revuelven y se obtiene una fina masa que se moldea en forma de frutas como jícama, saramuyo (fruta local), mamey, entre otras más.
Esta familia elabora también el Zapotito, un dulce de semilla de calabaza revolcado en canela molida, con forma de cilindro; el Atropellado, de camote y coco, que ya se ve poco; y los dulces en conserva de nance, siricote y ciruela, que respetan la temporada.
Más delicias de Yucatán
Otros muy peculiares son el Caballero pobre, un dulce a base de pan remojado en almíbar de azúcar con canela, pasitas y almendra, que a diferencia de la capirotada no se rebosa en huevo ni se empaniza con azúcar o canela; o el coco negro, que es muy especial pues se hace con pulpa de coco sobre cocido (el rallado en cambio tiene un cocimiento leve).
La lista continúa: los merengues de los Gutiérrez May son duros por fuera pero suaves por dentro, con un poco de ralladura de cáscara de limón que le da ese toque perfumado tan especial; y las Florecitas de atropellado (que antes se conocían como Estrellitas por su forma) llevan camote y pulpa de coco con un toque de azúcar.
Al seguir platicando con Liliana te enteras de que a los bombones en Yucatán les llaman “sunchos” y que a las paletas de malvavisco les dicen “paletas de mambito”.
Mina Kim sigue viva en cada bocado dulce y en su pequeña hija, quien también fue bautizada así. Liliana se siente orgullosa. Desea que los demás prueben y disfruten con un pedacito del inmenso cariño que ella y los suyos recibieron.
¿Dónde?
Si deseas probar estos dulces ve a Plaza Americana Isla 3 en el Hotel Fiesta Americana de Mérida, Yucatán.
Escribe a dulceskim@gmail.com o llama al (01 999) 131 22 82 para pedidos.
Agradecemos a la Secretaría de Turismo de Yucatán su apoyo para esta nota.
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