México es maravilloso, está lleno de alegría, de cariño, de calidez y sobre todo, de identidad. Los Parachicos es una festividad de la región de Chiapa de Corzo que, sin duda, te hará sentir completamente orgulloso de ser mexicano.

Un poco de historia de los parachicos

La celebración se realiza, en parte, para rendir homenaje al Señor de los Milagros, a San Antonio Abad y a San Sebastián Mártir. Una amalgama perfecta entre tradición autóctona y catolicismo.

Sin embargo, aquello que le da nombre a esta festividad y a sus personajes principales va más allá de la religión. Sus raíces provienen de una leyenda que evidencia la increíble humildad y calidez del chiapacorceño.

Doña María de Angulo llegó a tierras chiapanecas durante el siglo XVIII y ni ella ni los habitantes sabían que había llegado para cambiar la historia. Las tierras estaban mal y había hambruna.

Doña María tenía un pequeño hijo con una extraña enfermedad que le impedía caminar. Había gastado una fortuna en recorrer el mundo buscando una cura.

Cuando llegó a Chiapa de Corzo, la canalizaron amablemente con el curandero de Namandiyuguá o Cerro Brujo, quien recomendó brebajes de hierbas y la visita a las aguas curativas del Cumbujuyú. De repente, el chico pudo volver a caminar.

No se ha corroborado la historia con datos “científicos”; sin embargo, está en el corazón y la mente de residentes o visitantes.

Doña María mandó traer todo tipo de provisiones, ganado y víveres para repartirlos. Incluso desnudó a su hijo en honor a sus habitantes mientras pedía por el bienestar del pueblo.

En el mes de enero la señora y el chico partieron dejando una tierra próspera. Desde el primer Año Nuevo tras la partida de aquellos personajes, los nativos decidieron rendirles un homenaje. Gracias a ellos, la prosperidad había llegado a sus tierras.

Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO

Así nace el baile de los Parachicos, quienes realizaban la actividad de entretenimiento “para el chico”. Dentro de la celebración, los denominados Parachicos usan una máscara de rasgos españoles, chalinas de seda, tocado de fibra de ixtle, sonaja tradicional (chichín) y el tradicional sarape de Saltillo originario de Tlaxcala.

Estos van acompañados de las “chuntas”, hombres vestidos de mujer que representan a las mozas de Doña María. Los “abrecampo” terminan de condimentar el asunto.

Durante las tres semanas de celebraciones, podrás presenciar la riqueza cultural de Chiapa de Corzo. En realidad, durante la celebración se dedica un día a la Batalla Naval, en la que, rodeados por soldados españoles, los nativos prefirieron suicidarse en las aguas del Cañón del Sumidero antes de ser sometidos. Los sobrevivientes erigieron un poblado solo para ellos: Chiapa de Corzo.

Así, cada fecha se celebra algún evento o personaje distinto, el 15 de enero se dedica al Señor de los Milagros, el 17 a San Antonio Abad, el 21 al Combate Naval y así sucesivamente del 8 al 23 de enero, desde hace más de 300 años.

La pachanga finaliza con una gran misa y desfile de Parachicos hacia el Templo de Santo Domingo de Guzmán. Además, se carga la imagen de San Sebastián Mártir, santo patrono, hasta entregarla a la nueva familia que se hará cargo. Algo así como el niñopa en Xochimilco.

Asistir a esta tradición es, sin duda, un privilegio. No pierdas la oportunidad de conocer Chiapas y la fantástica historia de los Parachicos. No te vas a arrepentir.

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¿Ya conoces esta bella tradición? ¿Qué opinas de los parachicos?