La alimentación y el cáncer de mama o cervicouterino
¿Qué relación hay entre la alimentación y el cáncer de mama o cervicouterino? Este mes está dedicado a la sensibilización sobre esta enfermedad y cada año, el 19 de octubre, se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama como recordatorio del compromiso de toda la sociedad en la lucha contra este mal, así como en la concientización, detección temprana, tratamiento y cuidados paliativos. Ya te contamos también de los estudios que hay que realizarse para detectar la enfermedad a tiempo.
Sandra Rodríguez, encargada del área de nutrición de Cruz Rosa, un albergue especializado donde se apoya a mujeres con cáncer que llegan de diferentes lugares de México hasta Monterrey, Nuevo León con el fin de recibir tratamiento y cuidados especializados y gratuitos.
Ella explica la necesidad de que las pacientes se nutran de manera correcta y personalizada para ayudar a su tratamiento, e incluso enfatiza que llevar una dieta saludable sí ayuda a prevenir esta enfermedad.
“Lo que yo hago es verificar que el menú del albergue sea adecuado para las pacientes. Se les va haciendo una dieta especializada dependiendo el tipo de cáncer que tienen. Es un poco complicado porque siempre tenemos que darles algo más, adaptado a cada caso y que no les afecte en su dieta o en su nutrición”, dice.
Cada caso es diferente: la alimentación y el cáncer de mama
Esta nutrióloga egresada de la Facultad de Salud Pública y Nutrición de la Universidad Autónoma de Nuevo León explica que las mujeres que padecen cáncer de mama deben, de forma general, evitar alimentos altos en grasas saturadas y altos en azúcar, así como limitar su ingesta de carne de res a solo una vez por semana. Otro punto es que se debe restringir la presencia de lácteos durante y después de las quimioterapias.
“Lo que más deben comer es todo lo natural: frutas, verduras, cereales integrales, pollo, pescado, atún, salmón y leguminosas, si su organismo procesa estas últimas de manera adecuada”, explica.
Cuando tienen cáncer cervicouterino y siguen un tratamiento de radioterapia se deben evitar los alimentos que puedan inflamarlas, así que no se les sirven leguminosas, coles, brócoli, lácteos, café, té o condimentos. Y por obvias razones, los refrescos deben ser evitados por todos los efectos negativos que tienen en el organismo, como la retención de líquidos, el sobre peso, la afectación de los riñones, la osteoporosis y el aumento de las caries.
La nutrición es determinante en el bienestar de las pacientes
En esta asociación se recibe a mujeres con todo tipo de cáncer, pero las que más llegan son las que tienen de mama y cervicouterino. En cuanto al rango de edad las tratan desde los 18 años, pero las que más llegan son las que tienen más de 40.
“Me he dado cuenta de que las pacientes que cuidan su alimentación han mejorado notablemente su salud. Cuando ya están bien nutridas los tratamientos les afectan menos, sobre todo en el caso de la radioterapia. Hay veces en que se les bajan las defensas y necesitan una buena nutrición para que los síntomas sean menos“, asegura Sandra.
Durante las quimioterapias hay que tener mucho cuidado, pues los problemas alimentarios varían, dependiendo de los síntomas y del tipo de cáncer o terapia que sigan. Las mujeres en procesos de radiación pueden presentar nauseas, vómito, falta de apetito, cambio en el sabor de los alimentos, diarrea, entre otros. “Si no tiene hambre, se les recomiendan pequeñas comidas a lo largo del día para que cuando mejoren coman más; otra técnica es que ingieran líquidos y sólidos por separado para evitar sentirse muy llenas”, agrega.
La obesidad afecta tratamientos
Sandra hace énfasis en que la obesidad va de la mano con la mala nutrición, pues esto quiere decir que las mujeres que además de cáncer tienen esta otra enfermedad no están bien nutridas.
“Durante las terapias las mujeres obesas pueden tener bajas defensas y más nauseas. Por ejemplo, durante la radioterapia la grasa corporal llega a impedir que se llegue al tumor que se está tratando. Si prevenimos obesidad desde antes, podemos evitar más enfermedades”, aconseja.
Mitos sobre la alimentación y el cáncer de mama
Una de las falsas ideas es que la mayoría de las personas que están en quimioterapia bajan de peso, pero Sandra cuenta que todo depende: “hay algunas personas con cáncer de mama que, al contrario, suben de peso. Todo varía según el tratamiento que reciben y cómo lo aceptan. Las calorías dependerán de cada mujer”, agrega.
Otro mito muy grave es que algunas creen que si comen saludable eso será suficiente para curarse, y por ello dejan de tomar su tratamiento. “Algunas pacientes han optado por alimentos funcionales o milagrosos que les platican sus familiares o personas en los hospitales”, añade.
“Les puedo recomendar que nunca dejen el tratamiento médico porque es el único comprobado científicamente. Si quieren hacer algún otro remedio solo cuiden que no afecte su salud y nunca dejen sus terapias y medicinas. Existen muchos mitos como el de que el veneno de alacrán es milagroso, o que si toman tequila con sábila en licuados o jugos de verduras, mejorarán. Hay tantas cosas que las pacientes hacen con tal de salir adelante, pero si siguen lo que el médico dice, eso basta”, recomienda.
Consejos preventivos
Sandra invita a todos los que no tengan estas enfermedades a que se cuiden y eviten alimentos procesados, altos en grasa o en azúcar, así como que no consuman congelados, enlatados, conservadores y colorantes pues hay que tratar de que la dieta esté basada en ingredientes naturales.
Otro consejo es que haya balance y que nuestras comidas incluyan “un poquito de todo”. El cáncer de mama y el cervicouterino se pueden prevenir, y si bien hay múltiples factores de riesgo, la mala alimentación y la obesidad también son considerados como tal.
“Checarnos cada año con mamografías y pruebas de Papanicolaou, así como hacernos chequeos médicos cada año, y si hay antecedentes familiares, cada seis meses. Así ayudaremos a detectar a tiempo problemas en temprana etapa para poder combatir el cáncer más rápido”, dice.
Una mano amiga para cuidarnos entre todas
Si quieres acudir a Cruz Rosa, búscalos. Desde el 2004 apoyan a las mujeres con esta enfermedad, no solo en el albergue, sino con medicinas, estudios, apoyo psicológico y hasta con campañas educativas de prevención y autoexploración.
“No se detengan y sigan adelante. Somos una segunda familia para las pacientes y queremos que se sientan así, apoyadas. Hay que querernos y cuidarnos entre nosotras“, finaliza Sandra.
El albergue tiene cupo para 40 personas (20 pacientes y 20 acompañantes). Solo se deberá presentar copia del diagnóstico e identificación oficial para ser tratadas.
Más información:
Página web: cruzrosa.org.mx
Facebook: CruzRosa.ABP
Avenida Paseo de los Leones 252 Local C y D, colonia Mitras Centro
Monterrey, Nuevo León
Tel. 01 (81) 96 27 01 28 / 29
Manuel Acuña 2436, colonia Ladrón de Guevara (entre Luis Pérez Verdia y Avenida Américas) Guadalajara, Jalisco.
Tel. 01 (33) 36 15 85 49
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1 Comment
cuando las persona aun no son detectada que tipo de alimentos alcalinos puede comer y es hipertiroidea que grado de complicarse el cancer seria gracias por su aporte