Helados mexicanos y nostalgia: algunas heladerías y paleterías clásicas del país
Es innegable el poder evocador de los helados mexicanos, así que te sugiero este paseo por algunas heladerías y neverías clásicas en diferentes estados. Ya te he contado de algunos que debes probar en la Ciudad de México, pero esta es una ruta de la memoria heladera.
Este postre me llena de placer y me trae cálidas memorias. Es ideal. Quizá ese amor por estas gélidas delicias aumentó porque crecí en lugares donde el calor arreciaba a medio día.
Uno de los fetiches que tengo es visitar heladerías y neverías antiguas, esas en las cuales das paseos por la nostalgia propia (o la de alguien más), pues no todos los helados son iguales
Sé que afuera hay otros “heladofílicos” como yo que no solo buscan sabores nuevos, sino que siguen buscando esa reminiscencia nostálgica. ¿Ya conoces todos estos lugares?
Helados mexicanos en la Ciudad de México
Nevería Roxy
La Condesa aloja estas heladerías que deben su nombre al Cine Roxy de Guadalajara y el recuerdo por la nieve de limón blanca que su fundador, Carlos Gallardo, compraba cuando era niño en la Barca, Jalisco.
Él vendía nieves y helados artesanales en el pórtico de aquel cine, pero en 1946 abrió su primera fuente de sodas en la calle de Mazatlán de la Ciudad de México, pues el concepto se volvía popular en esa época.
Carlos despachaba y su esposa, María Luisa Rubio, preparaba los deleites congelados. Hoy en día, sus tres hijos continúan la tradición y tienen varias sucursales, como la de la calle de Tamaulipas o las de Polanco o Satélite. Incluso, hasta en la Cineteca Nacional se puede comer una bola chica o grande de coco con amaretto, plátano, macadamia, menta o zapote. Sus flotantes y malteadas son imperdibles. Mi favorito es el de zarzamora de agua con vainilla de leche: intenta esta combinación.
– Fernando Montes de Oca 809, colonia Condesa
– Avenida Tamaulipas 161, colonia Condesa
Helados Chiandoni
Es un sitio que los vecinos de las colonias Del Valle y Nápoles aman, pues es parte de las memorias familiares a través de generaciones. Se inauguró en 1939 cuando el italiano Pietro Chiandoni, un ex boxeador que llegó al país huyendo de los horrores de la guerra.
Él decidió continuar con la tradición de su familia en la elaboración de gelatos, postres mucho más cremosos que la oferta heladera nacional. Sus clásicos hasta la fecha son los de pistache, café, rompope y plátano, o el hot fudge conformado por dos bolas de helado con chantilly, jarabe de chocolate y cerezas.
Uno de los detalles más importantes es que aún se hacen a mano y los actuales dueños, Carmen Monroy y Juan Antonio Juárez, saben que la calidad y la atención al cliente son importantes.
Pennsylvania 255, colonia Nápoles
La especial de París
Imposible que no se te haga agua la boca con sus sabores como cardamomo, vainilla, chocolate, jengibre, fresa con albahaca, tabaco, mamey y mate. Cucharada a cucharada es una de mis heladerías preferidas, que empezó como un pequeño puesto en la calle de París e Insurgentes en 1921.
Su actual dueño, Vicente Lozada, continúa como la tercera generación haciéndonos muy felices y cuidando las recetas que se caracterizan por ser de sabores naturales. Sus clásicas copas de aluminio tienen un encanto especial.
Es la heladería más antigua en la Ciudad de México y hasta fue mencionada como uno de los mejores rincones para tomar helados y nieves en La nueva grandeza mexicana de Salvador Novo. Puedes dar un paseo por algunos espacios imperdibles de esta zona y luego pasar por tu antojito.
Insurgentes 117, colonia San Rafael
Helados mexicanos en Mérida
Dulcería y Sorbetería Colón
Este sitio empezó su historia en 1907 como un negocio del inmigrante español Vicente Rodríguez y Peláez quien introdujo los métodos artesanales de elaboración de helado en Yucatán, gracias a los conocimientos que adquirió sobre pastelería y repostería en un hotel en Cuba.
Su primera sucursal aún continúa ubicada en el corazón de esta ciudad tan blanca como nieve de limón (de la natural) y recibió en su época dorada a personalidades como María Félix, Dolores del Río y Pedro Infante, entre otros.
Es muy concurrida cuando llega el antojo de sorbete o de champola, otra palabra incluida en el léxico heladero de esa región que define a un batido con leche o agua y el sorbete de tu sabor predilecto, entre los cuales, la de guanábana, mamey o coco son las reinas, pero también hay mantecados, que no es más que un helado de vainilla, o el de crema morisca, hecho a base de leche, con ate, vainilla, canela, dulce de yema de huevo y ron. Es una más de las tantas delicias que hay en este estado.
– Calle 56 No. 474, colonia Centro
– Calle 61 No. 500, colonia Centro
Helados mexicanos en Oaxaca
Nieves Manolo
Francisco Velasco dirige esta nevería tradicional de Oaxaca que abrió en 1953, pero que debe sus saberes a su tatarabuela, María Juárez Hernández, originaria de Guelatao en la Sierra Juárez quien recolectaba el hielo de las partes altas de las montañas para luego elaborar nieve de garrafa en 1857.
El papá de Francisco fue el primer vendedor ambulante de nieves en Oaxaca y así continuaron por varios años hasta que decidieron establecerse. En 2010 tuvieron la idea de contar su legado familiar y así nació el Museo de las Nieves en el que podrás ver fotografías y otros documentos que muestran la tradición y donde podrás disfrutar estos postres.
No dejes de probar las nieves de pétalos de rosa con almendra, habanero con mango, cítricos con miel, tamarindo con mezcal y chile, y leche quemada con tuna. Desde hace poco también tienen una nueva línea llamada Manolo Gourmet en la que hay manjares como el helado de hoja santa con queso de cabra, tejate o de chocolate oaxaqueño y la nieve de chapulín con tamarindo que logran satisfacer el antojo exigente de viajeros y locales que buscan helados mexicanos en esta ciudad que me encanta.
Macedonio Alcalá 706, colonia Centro
Paletas mexicanas en Texcoco
Paletería El Nevado
Clemente Almazán llegó de Toluca a Texcoco en 1930 a establecer El Nevado, que fue la primera paletería de la localidad y aún existe en este municipio del Estado de México.
Hugo Escalante, su bisnieto, busca mantener la tradición, a pesar de la llegada de otras cadenas con procesos industrializados. Tener técnicas modernas no significa perder la tradición.
Ofrecen paletas de té verde, pétalos de rosa y hasta una con un conejito de chocolate adentro en Pascua para adaptarse a los nuevos gustos. Lo mejor es que respetan lo más pedidos como las de limón o las de chocolate.
Retorno 1, Manzana 6 , Lote No. 17, colonia San Lorenzo
Paletas mexicanas en Santiago, Nuevo León
Helados Regia
Ya te había contado de ella en la ruta tragona por Monterrey Solo diré esto para convencerte de ir: paletas de vainilla con cajeta y de membrillo con queso. Estas dos poderosas razones harán que vayas a este poblado y te comas más de una, porque en verdad son únicas.
Este espacio vende helados mexicanos y paletas desde 1959 y si quieres algo más light, los trompitos son paletas mini y hay de limón, mango con chamoy y limón. No tienes pretexto. Es difícil encontrar quien se resista a esos placeres gélidos. Hay otros sabores de helados por si lo tuyo no son las paletas.
Miguel Hidalgo 104, colonia Centro
Recomiéndame más heladerías y paleterías clásicas que debo visitar.
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¿Qué sabores de helados mexicanos son tus preferidos?