Musas Sonideras, el proyecto dedicado a visibilizar a las mujeres sonideras
“Calladitas se ven más bonitas”, decían algunos hombres que no habían aprendido a escuchar con atención el vigoroso sonido producido por las voces y manos de las mujeres. En el mundo del sonidero algo similar pasó hasta que una, luego dos, tres y más mujeres no cesaron más sus ganas de hablar a través de un micrófono y hacer mezclas detrás de una cabina. Ellas son mujeres sonideras que hacen retumbar toda una calle con su elección de música y con los pasos de aquellas personas a las que logran hacer bailar.
Si algo caracteriza a estas mujeres es la capacidad y disposición que tienen para complacer a su público por medio de la música. Marisol Mendoza, promotora cultural que cuenta con una rica tradición sonidera (su padre y su hermano son Sonido Duende), dice que las sonideras llevan alegría a todos los cuerpos y la convierten en movimiento.
“La mujer sonidera —explica— lo que busca es que su público baile. Si lo logra es porque, a través de su música, alcanzó una fuerte conexión con las personas que la ven y escuchan”.
Marisol sabe perfectamente de lo que habla. Durante diez años, ella ha seguido a las mujeres sonideras para crear una comunidad. Las ha visto en eventos —aunque pocos, porque la mayoría es protagonizada por hombres— y también las ha invitado a reunirse. De estos esfuerzos, finalmente el 20 de junio de 2017, Marisol fundó Musas Sonideras, un proyecto que busca visibilizar a las mujeres de este oficio.
El principal objetivo, me cuenta, es dar a conocer a las sonideras y que las apoyen. Pero para averiguar más del proyecto y la situación de las mujeres de este movimiento, te comparto la breve charla que tuve con Marisol.
Las mujeres sonideras de México que también son musas
Cuéntame cómo nace Musas Sonideras. ¿A partir de qué interés decidiste crear el proyecto?
Hace 10 años, aproximadamente, empecé a colaborar con este proyecto. Esto fue porque, durante mi participación en el libro Sonideros en las aceras, véngase la gozadera, de Proyecto Sonidero, me di cuenta de que había un montón de mujeres detrás de la cabina.
Conocí a mujeres sonideras en un juguetón. Para este invité a varias y fue así como me acerqué a Sonido Gatubela, Sonido La Morena, Sonido Ely Fanya y Sonido La Dama de la Salsa. Fueron muchas mujeres las que se animaron a participar. Una vez que pude reunirlas se me ocurrió ir con la codirectora de Proyecto Sonidero, Mariana Delgado, para platicar con ella y que juntas le diéramos empuje a las carreras de las mujeres sonideras. Finalmente, las que se unieron al nuevo proyecto fueron Sonido Ely Fanya, Sonido La Dama de la Salsa y Lupita la Cigarrita. Juntas creamos el colectivo Sonideras de Corazón.
Con el tiempo, fueron más las que se interesaron en el colectivo. Sin embargo, fue hasta hace un año que decidí crear Musas Sonideras. Mi idea fue dar a conocer el movimiento femenil sonidero, que la gente supiera que no hay solo dos o tres, sino que hay más. Este proyecto tomó forma en el Salón Candela.
¿Cuál es la situación actual de las mujeres sonideras? ¿Por qué es tan importante un proyecto como el que tú iniciaste?
En el movimiento femenil sonidero se habla mucho de La Socia. No te puedo decir que es la primera sonidera, pero sí es una de las iniciadoras más importantes de este movimiento. De hecho, después de 30 años de fallecida, fue reconocida por su trabajo. ¿Te das cuenta? ¡Después de 30 años! Y eso que antes había radio y otros medios para difundir su trabajo.
Fue gracias a las personas que, interesadas en los sonideros, crearon diversos proyectos. Tal es el caso del artista visual Benito Salazar. Él publicó Apariciones Marianas, una compilación de minibiografías de 25 sonideras, entre ellas La Socia. También está la cineasta Joyce García. Ella, por ejemplo, se metió hasta la casa de La Socia e investigó más de su historia. Luego del ruido que se hizo, hoy la historia de esta sonidera es repetida. Por fin, se reconoce como una mujer que comenzó las tocadas a diario y con la que inició Sonido La Changa.
La Socia despertó un interés hacia las mujeres que ahora se dedican al sonidero. A partir del rescate de su memoria, en Musas Sonideras empezamos a hacer un conteo de las mujeres que se dedican a este oficio. Hasta ahora te puedo decir que tenemos conocimiento de 44, con logotipo y todo, entre México y Estados Unidos. Y representan el 1% de todos los sonideros que existen.
Me contabas que las mujeres que se suman a Musas Sonideras tocan en el Salón Candela, ¿por qué aquí y no en un espacio abierto donde se acostumbra realizar los eventos de sonideros?
Pues desde los mismos compañeros. Hay unos que tienen pista al aire libre y nos decían que no, que las mujeres no podían tocar. A veces hasta insinuaban que si una mujer tocaba era seguro que los bailarines se irían. Fue por medio de las contrataciones que las mujeres pudimos tener nuestros propios espacios.
El Salón Candela fue uno de los lugares que nos abrió las puertas. Aquí se han presentado 23 mujeres. Gracias a este espacio, las sonideras han hecho más público, han rodado más su logo y han conseguido sus propios contratos para diferentes eventos en la calle o en otros salones.
¿Cuál es la diferencia entre una tocada sonidera y una de salón? ¿A qué se han tenido que acoplar?
Hay muchas. Por ejemplo, en la calle no hay un consumo mínimo, no tienes que pagar un boleto, hay más asistencia y hay más clubs de baile. El espacio abierto es 100% sonidero.
El espacio de un salón te limita un poco más. La gente salonera no es igual a la sonidera, desde la vestimenta hasta el gusto musical. A los salones hay que ponerle otro estilo. En el salón hay menos saludos que nacen desde la petición del público. Luego es incómodo para las mismas sonideras, porque el público insiste en que les manden saludos. Nosotras hacemos transmisión en vivo en Facebook y ahí la gente entra a escuchar su saludo, si lo oye se queda toda la transmisión, si no, pues se va.
No te voy a negar que, incluso, haya gente que a veces se niega a bailar porque una mujer sonidera es la que está en cabina. Por lo regular son personas que están acostumbrados a escuchar la voz varonil. Pero bueno, las mujeres sonideras han tenido que ponerle otro estilo a la pista de salón. Con el tiempo, ellas se han hecho de sus seguidores. Poco a poco se han ido ganando a su público por medio de su estilo y de las complacencias.
A la gente que quiere conocer el proyecto en vivo, ¿cómo les definirías esa experiencia que van a vivir?
¡Vayan! ¡Vayan! A diferencia de los eventos sonideros con hombres, en los que organizamos como Musas Sonideras, además de recibir sus complacencias (saludos y canciones), podrás bailar, conocer a las mujeres sonideras y tomarse fotos. Ellas conviven con su público porque saben que es importante.
El ambiente que se vive en el Salón Candela es ameno, tranquilo, familiar y de equidad.
Para ver y escuchar a las mujeres sonideras
El próximo 9 de marzo, Marisol y un grupo de mujeres sonideras se unirán a esta celebración en Central Funk. La cita es a las 18:00 horas. Este es el cartel del evento:
Seguir a las mujeres sonideras en redes sociales:
Facebook: musassonideras
*Todas las fotografías son cortesía de Marisol Mendoza.
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