Campesinos de la milpa
En esta galería te muestro algunas fotos e historias de campesinos de la milpa que participaron en la Feria de la Agrobiodiversidad en Oaxaca en 2017, y que se realiza cada año en el Ejido Unión Zapata, del municipio de San Pablo Villa de Mitla. Este 2019 será el 30 de noviembre y en la sección de eventos encontrarás más información.
Campesinos de la milpa
Marcelo Ruiz es originario de San José del Paso, en San Pablo Villa de Mitla. Lleva tres décadas sembrando para su auto consumo y tiene 67 años. “Me enseñó mi finado padre Francisco, él era productor. En ese entonces se acarreaban de 80 o 100 cargas, ya no es así. La juventud ya no quiere trabajar en el campo, se van al otro lado porque hay más billete. Yo siembro con mucha fe”, dice.
En su milpa Marcelo tiene maíz “dientudo” y criollo, frijol grueso, zacate y calabaza huiche. “No usamos química: puro abono de animalito. Sembramos para no comprar maíces que traen química y vienen de Puebla”, agrega. “El gobierno no nos apoya, nos dejan solos a nosotros, pues es terreno comunal. No hay carretera, lo acarreamos todo en el burrito”, explica.
Adela Pérez Olivera también vive en San Pablo Villa de Mitla. Al evento solo llevó maíz blanco criollo, que cosecha de noviembre a diciembre. Las mujeres de su familia lo usan para hacer tortillas, atoles y tamales. Ella tiene 5 hijos hombres y 5 mujeres, de los cuales ya es abuela de 18 nietos que juegan con los derivados de la milpa.
Ellos cultivan también frijol negro así como chilacayota y calabaza tamala, que preparan en dulce o en agua para tomar. Aprendió con su esposo, Artemio Ramírez Vázquez, que también es campesino . Todo en su milpa es natural: usan abono de res o de chivo.
Epifanía Olivera Martínez y su esposo Francisco Vázquez también son oriundos de San Pablo Villa de Mitla. “Trajimos poquito porque ya no podemos cargar mucho, pero seguimos trabajando. Mi esposo se va a sembrar en la bicicleta, siquiera para tener maicito para comer. Pongo mis tamalitos, atole del maíz… Se puede hacer todo lo que uno quiera, hasta nicuatole; en fin, muchas cosas”, cuenta. Ellos siembran maíz criollo de totomoxtle morado —sus “barbas” sirven como remedio para los riñones, según recomienda Epi—.
Campesinos de la milpa
Epifanía y Francisco también llevan flor “siempre viva”, que es medicinal y la usan para los fuegos bucales y como adorno de altares. También llevan unos magueyes tobalá pequeños para resembrar. “Tenemos seis hijos, unos andan en la frontera. Trabajamos en temporal, los dositos nomás. Esto se va a perder, pero ¿qué le vamos a hacer? No queremos que nos haga falta el alimento”, confiesa.
Virginia López Sánchez, Miguel Bautista y su hijita Gemma Itzel muestran sus maíces amarillo, negro y pinto. Ellos viven en el Ejido de Unión Zapata. Toda la familia se dedica a la siembra. “Año con año se va poniendo peor, pues hace falta mucho apoyo. Es poco terreno y necesitaos agua”, dice Miguel.
La familia Bautista Sánchez también elabora artesanías con mazorcas, semillas y totomoxtles desde hace siete años, que venden en esta feria. También preparan otros alimentos derivados de la milpa, como el pastel de calabaza tamala, que estaba delicioso.
José Luis Gijón López y su colega Leticia García son originarios de San Miguel del Puerto, en la región de la Costa. Él explica que para ellos los bancos de semillas son esenciales, pues han conservado sus variedades de maíces, cacao y frijol. “Allá la mayoría de la gente se dedica al campo”, añade.
Campesinos de la milpa
Ellos muestran los diferentes tipos de frijol que existen: el negro, que es el básico para la alimentación de su terruño; la alubia, el blanco y hasta el frijol tripa. “Venimos a esta feria para aprender a intercambiar experiencias y así vemos diferentes productos”, dice José.
Porfiria Pablo García y su esposo Renato Reyes y su familia son de la localidad de Reyes Mantecón, ubicada en los Valles Centrales, que forma parte del municipio de San Bartolo Coyotepec. Ellos muestran las calabazas que siembran: tamala, chompa y guicha. También diversos frijoles.
Este encuentro rural es un esfuerzo de varios actores, entre los que destaca el papel de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). Ellos hacen un llamado para que el Gobierno del Estado se involucre en las actividades de las ferias futuras. Este sistema es esencial para que las comunidades sigan teniendo alimentos sanos, limpios y justos. En este blog lee más información sobre la cultura alimentaria de norte a sur.
Todas las fotos de esta galería son de Mariana Castillo. En la sección de ¿Qué comer? hay más sobre este tema en diferentes estados.
¿Te animas a ir a conocer a estos campesinos de la milpa en la Feria de la Agrobiodiversidad en Oaxaca?