Cómo dejar de morderse las uñas
La onicofagia, o el trastorno de morderse o comerse las uñas, puede traer consecuencias físicas y emocionales para quien la padece.
Las consecuencias físicas suelen ser más visibles. Cuando se muerde hasta lo profundo de la uña, ésta deja de crecer con el paso de tiempo. Aunque eso no es lo más grave, sino que se pueden generar hemorragias e incluso muchas heridas que queden abiertas al grado de deformar los dedos.
Dentro de las consecuencias emocionales está la baja autoestima, vergüenza, frustración y problemas para relacionarse con los demás.
Si tú, tu amigo o algún familiar sufren de onicofagia, sigan estas recomendaciones que me proporciona podium.es.
- Identifica cuáles son las situaciones que activan tu hábito de morderte las uñas. Puede ser al acariciar, tocar, palpar o frotar las uñas. Apunta todas las que recuerdes y evítalas.
- Identifica las situaciones cuando te dan ganas de morderlas. Puede ser cuando lees un libro, en exámenes escolares, viendo la TV, frente al ordenador, cuando estás nervioso, etcétera.
- Toma conciencia e identifica las situaciones en las que has podido evitar morderte las uñas. Puede ser cuando bailas, realizas deporte, platicas, masticas, etcétera.
- Usa un esmalte con sabor amargo. Al momento de morder las uñas el sabor será espantoso y no te quedarán nada de ganas de seguir haciéndolo.
- Mantén las manos ocupadas. Si te has dado cuenta que muerdes tus uñas cuando no tienes nada en las manos, entonces siempre lleva un llavero, pluma u otro objeto.
- Frota con ajo tus uñas. El resultado será el mismo que el del esmalte.
- Coloca recordatorios en tus manos. Pueden ser guantes, cintas adhesivas, anillos, o algún objeto que te recuerde que no debes morderlas.
- Haz ejercicios de autodominio. Lleva tu dedo hacia la boca y detente cuando llegues a 5 cm del objetivo. Repite esta acción varias veces y notarás como con el tiempo la onicofagia va disminuyendo.
- Otro ejercicio de autodominio es meter el dedo entre los dientes un par de minutos y sin ganas de morderte las uñas. Poco a poco podrás controlar este hábito.
- Cada vez que sientas ganas de comerte las uñas, golpea sobre una superficie cualquiera con la yema de los dedos. Este mecanismo además de controlar la ansiedad, fortalecerá tus uñas y les dará resistencia.
Fuente: podium.es.
