Sí hay helados de pulque, ¡toca el timbre!: conoce este lugar de Iztapalapa
Ya las abuelitas lo saben. Todos los vecinos del barrio de San Pablo lo saben. Y los que viven cerca del centro de Iztapalapa lo saben. Si tocan el timbre del número 65 de la avenida Hidalgo, alguien de la familia Flores abre las puertas y despacha cualquiera de sus productos elaborados con la bebida de los dioses, perfectos para mitigar el antojo y, obvio, el calor.
El letrero pintado en su fachada no miente: aquí “pagando y sirviendo”. ¿Y qué se puede pedir? Los antídotos más famosos de este lugar van en forma de paletas y helados de pulque. Y el más tradicional, en vaso de litro o medio litro para llevar. Cualquiera que se pruebe es deleite y un paso para experimentar las bondades de esta fermentación del aguamiel.
¡Salud! Y más ¡salud!
Antonio Flores, encargado de Pulques Nichos, me cuenta que la intención de abrir el lugar fue fomentar el buen consumo de los derivados del maguey, como lo es el pulque, aguamiel, miel de maguey, entre otros, por medio de productos naturales, saludables y nutritivos. “Queremos que la gente deguste cualquiera de las presentaciones, pero también que conozca su historia y los beneficios que brinda a la salud”, explica.
Antonio forma parte de una familia que se dedica a la producción y comercialización del pulque de Pueblo Nuevo, Coatepec, Estado de México, y otras localidades. Él inició en el negocio hace 17 años, porque, dice, se dio cuenta de la bebida podía ser utilizada con fines medicinales.
“Yo no sabía que esta bebida, a la que llaman ‘agua de las maravillas’, tenía tantas cualidades. La verdad, era mucho mi escepticismo, pero ya cuando me beneficié me puse a investigar más”, cuenta este hombre, quien retomando estudios hechos por investigadores del Instituto de Biotecnología de la UNAM asegura que algunas de las más de 30 bacterias que tiene la bebida son fuente de proteínas y vitaminas del complejo B. Explica también que esta puede ayudar a la salud gastrointestinal y sistema inmunológico, pues cuenta con un microorganismo capaz de evitar el desarrollo de bacterias dañinas en el intestino y estimular el sistema inmunológico de los que la toman sin curar (o sea, naturalito) y -¡ojo!- moderadamente. Para Antonio, esta palabra se traduce en un vaso durante los alimentos o después, tal como se acostumbraba hace algunas décadas.
Fuera mitos
Si estás dudando en visitarlos porque te han llegado rumores de que el pulque se fermenta con estiércol o excremento humano, déjame decirte que esto es un mito. “El pulque es muy delicado y se debe tener en las mejores condiciones, de lo contrario no se podría fermentar correctamente”, agrega Antonio.
Él, al igual que expertos en la producción de pulque, comparte que se le hizo tal fama al pulque durante la entrada de la industria cervecera al país. Fue una forma sucia de competir contra la que antes del siglo XIX era la bebida favorita de los mexicanos.
Las clases sobre las propiedades y elaboración del pulque son gratis. Y es que a Antonio le gusta compartir los datos que va aprendiendo con la gente que visita este discreto pero muy concurrido lugar. “Aquí lo que fomentamos es la cultura alrededor del pulque: la elaboración, el buen uso y consumo”, recalca.
Paletas y helados de pulque
El día que visité a la familia Flores, tenían en un refrigerador paletas y helados de pulque sabor maracuyá, fresa y frutos rojos. Antonio me recomendó el de maracuyá –no falló, ¡estaba riquísimo!–. Así, mientras probaba el postre, él me explicó que trabajan toda la semana. En Coatepec siembran y cuidan la planta (tarda de 10 a 15 años en madurar) y aquí en Iztapalapa hacen los curados y elaboran los demás productos que venden.
Pulques Nichos abre las puertas el viernes de 15:00 a 22:00 horas. Sábado y domingo, de 10:00 a 21:00 horas. El lugar tiene algunas sillas para que te acomodes y disfrutes de tus paletas y helados de pulque. La música y los perritos que andan en el patio alegrarán tu estancia.
¿Quieres ir entre semana? También atienden, pero te dan tus postres o bebida para llevar. Solo debes tocar el timbre, hacer tu pedido y ¡listo!
En cuanto a precios, todo es muy accesible. El litro de curado cuesta $70 y el vaso $40, excepto el de piñón y el de pistache (son semillas más caras), esos cuestan $120 el litro y $60 el vaso de medio. Los postres: la paleta cuesta $25 y el helado $20 la bola.
Si vas pronto prueba los sabores del día y pregunta lo que quieras sobre estos productos que vienen del corazón del maguey y… de los iztapalapenses.
Y si quieres más que paletas y helados de pulque:
https://sisoy.net/donde-comer-en-el-centro-de-iztapalapa/
Más información:
Sitio oficial: https://pulquesnichos.es.tl/
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2 Comentarios
Claudia, Como siempre, genial, muchas felicidades. Siempre asombrándonos de mil formas
Muchas gracias, Carmen. Si visitas un día Pulques Nichos cuéntame qué te parecieron. ¿Cónoces otro lugar así de escondidito en Iztapalapa?
Gracias por leer el blog . 🙂