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Gastronomía francesa, tan cotidiana como variada

Gastronomía francesa, tan cotidiana como variada
  • Publicado17 junio, 2015

Crepas, baguettes, quesos y vinos son de los sabores de la gastronomía francesa más conocidos. Y seguro si comes una sopa de cebolla, un fricassée, un bœuf bourguignon o un flaugnarde de peras te gustará más y más.

La cocina francesa está relacionada con una cocina de academia e innovación, así como varias técnicas culinarias que son usadas hasta la fecha son originarias de este país.

Sin embargo, no solo lo que llega a través de los restaurantes o la globalización son manifestaciones de la alimentación francesa: las preparaciones cotidianas son un testimonio de la amplia gama de recetas hogareñas que hay en sus diferentes regiones, con diversidad de climas y mezclas culturales.

Algunos ejemplos de gastronomía francesa

De Alsacia y Lorena son famosos los vinos y las cervezas, así como también  destacan platillos como el quiche Lorraine, el baeckeoffe o sus panes como el brioche o el pan de especias, que hasta tiene un museo en la ciudad de Gertwiller.

Otro ejemplo es la región de Córcega, que por su ubicación mediterránea, ofrece productos de costa como los erizos, sardinas, lobinas, meros y langostas del golfo de Saint- Florent, así como la leche de oveja o cabra con la que hacen quesos y dulces, vinos o licor de Mirto.

Una rica muestra más es la región de Provenza en la que aceite de oliva, hierbas, higos, fresas, melones, quesos de cabra, pescados y más nutren sus recetas. Destaca la bouillabaisse de Marsella, la pissaladière de Niza, o una ratatouille, que pueden ser maridados con un vino de Côtes de Provence.

Gastronomía francesa: Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Como dato final es importante mencionar que la gastronomía francesa fue nombrada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) en 2010 a la par que la gastronomía mexicana.

La diferencia fundamental del expediente francés con el nuestro radica en el énfasis de su carácter de sociabilidad y los momentos gastronómicos, tales como la parafernalia alrededor de la mesa, los maridajes y el término ‘gusto’, en un sentido de refinamiento.

Sin entrar en mayores detalles que abordan este sentido de distinción social como estudio sociológico- basta ver la tesis de La distinción. Criterio y bases sociales del gusto de Pierre Bourdieu-, queda la reflexión sobre las multiformes expresiones del saber y el sabor en este país europeo y la invitación a probar sus recetas y productos.

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Fuentes: franceguide.com, unesco.org y foodandwine.com

Autor

  • Mariana Castillo

    Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

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Mariana Castillo

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