Yucatán y su sabrosa tradición
La comida típica de Yucatán está llena de sabores excitantes y es una de las favoritas de los comensales nacionales ya que en su variedad de ingredientes tiene un alto contenido de carnes y condimentos.
El contraste de sabores define a la gastronomía yucateca, cuyas recetas reúnen secretos e ingredientes de épocas y países muy lejanos. La gastronomía mexicana es resultado del encuentro de varias culturas, entre ellas la hispana, la africana y la indígena. De todas las tradiciones culinarias del país, probablemente la que más refleja este mestizaje es la yucateca, en cuyos platillos se perciben una fuerte influencia maya y sabores provenientes del continente europeo. Populares en todo el país, los manjares yucatecos se caracterizan por ser muy condimentados, ¡y extremadamente sabrosos! Su ingrediente principal es el maíz, el cual jugó un papel central en la cosmogonía maya. El dios de este grano, Yum-kaax, era para los antiguos habitantes de la península un símbolo de abundancia y prosperidad.
Los platillos de este estado contienen además carne de cerdo, venado y pavo, y una gran variedad de productos del mar. Se complementan con frutas, verduras y especias como pepita de calabaza molida, orégano, achiote, cebolla morada, naranja agria, lima y chile xcatic. Sin embargo, el acompañante imprescindible de los platillos de Yucatán es el chile habanero; pequeño, de color amarillo o anaranjado, este chile muy picoso se come crudo, asado o preparado en salsas. En pequeñas cantidades añade un toque exquisito a la comida.
Otro protagonista de la cocina yucateca es la chaya. El árbol de chaya es nativo de Tabasco y de la península de Yucatán; encontrarlo en los jardines de los hogares yucatecos es bastante común. Es necesario desprender sus hojas con cuidado, pues contienen espinas. Puedes conseguir chaya en paquetes –y por un precio muy bajo– en los mercaditos y tianguis. Con esta hoja se preparan dzotobichay (un tipo de tamal), empanadas, huevos revueltos, aguas frescas y otras exquisiteces.
La cocina yucateca también incorpora sabores de culturas lejanas. A fines del siglo XIX y principios del XX, grandes grupos de inmigrantes libaneses se establecieron en la península de Yucatán. Su influencia culinaria se percibe en los kibis, croquetas de carne molida, trigo y hierbabuena que se venden en puestos o en los famosos carritos que recorren las calles.
De Holanda proviene el queso de bola, con el cual se prepara uno de los platillos yucatecos más emblemáticos: el queso relleno. Esta delicia consiste en una rebanada gruesa de queso rellena de carne molida, almendras, pasas, aceitunas, alcaparras y pimientos, y bañada en una salsa blanca. Asimismo, con este queso se elaboran las tradicionales marquesitas, barquillos rellenos de queso y algún ingrediente dulce (generalmente mermelada, cajeta o chocolate). Un paseo por el centro de Mérida o los Pueblos Mágicos yucatecos no está completo si no se prueba una de estas delicias.
Conoce las otras caras de Mérida.
Fuente: visitmexico.com