Anarquía relacional, amor libre de etiquetas
La vida cotidiana ha cambiado con cada generación y pareciera que de la mano de la tecnología y las redes sociales, la humanidad ha evolucionado cada vez más rápido. Este constante cambio ha impactado las relaciones interpersonales y una de estas “novedades” es la anarquía relacional, un amor libre de etiquetas.
¿Qué es la anarquía relacional?
Un amor o relación amorosa libre de etiquetas, suena sencillo, pero en realidad es más complejo y poco común de lo que parece. De acuerdo con la psicóloga sanitaria y sexóloga Isabel Rovira Salvador, la anarquía relacional es cuando dos personas mantienen un vínculo íntimo o personal que no depende de reglas preestablecidas.
También consultamos al psicólogo de la UNAM, Mauricio León y a otros investigadores del tema como el psicólogo Andie Nordgren, y en resumen nos dijeron que “el anarquismo relacional no se basa en el rechazo al compromiso sino en que seamos nosotros mismos los que diseñemos los compromisos, liberándonos de las normas que dictan que ciertos tipos de compromiso son ineludibles para que el amor sea real”.
¿Existe el compromiso?
Como dijimos, sí existe, pero ese compromiso se apega a las “nuevas normas” establecidas. Es decir, si el acuerdo es que pueden salir con muchas personas, que no se verán ciertos días, que no se casaran o cualquier otro acuerdo que “no se apegue a las normas tradicionales”, apegarse a ello es un compromiso.
“Es posible amar a más de una persona y el amor que se siente por una no hace disminuir el amor que se puede sentir por otra. No evaluemos ni comparemos a las personas y a las relaciones. Apreciemos a cada persona y nuestra relación con ella”, asegura el psicólogo Mauricio León.
Principios de la anarquía relacional
- Se puede amar a muchas personas, pero cada una es diferente y especial.
- Debe haber respeto a la independencia y la autodeterminación del otro en lugar de tener derechos sobre la otra persona.
- Se comparte un mismo conjunto de valores.
- Amar a la persona por lo que es, sin importar sexo o género.
- Responder a las situaciones como se quiere y no como se “debe”.
- Acuerdos y compromisos únicos de acuerdo a la persona con la que se relacione.
- No juzgar las decisiones del otro, así demostramos nuestro amor, sin interponernos en su identidad.
- Dejar a un lado los derechos y las demandas.
- Libertad de expresión sin miedo de castigos o de obligaciones.
- Las comunicación y el dialogo debe ser continuo y no solo bajo situaciones problemáticas.
- No es necesaria una relación sexual.
Lo importante de la anarquía relacional es que todas las partes estén de acuerdo en la forma en la que se lleva la unión. Además, es fundamental no permitir que normas preestablecidas influyan en la actitud, por lo que otro de los principios básicos es la confianza.
Estamos tan acostumbrados a las etiquetas, los títulos, la aprobación y tan arraigados a la educación de los padres, que cualquier cosa que se “salga del huacal” suele causar conflicto, pero en realidad, ¿no todas las relaciones deberían ser anárquicas? Tú, ¿qué piensas de la anarquía relacional?
Agradecemos al psicólogo de la UNAM, Mauricio León, por su colaboración para la realización de este texto.
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