Ser diagnosticado con una enfermedad terminal o crónica es complicado, no solo por los malestares físicos que ocasiona, sino por el desgaste psicológico y emocional que conlleva para el enfermo y las personas que le aman. Por esto es tan importante contar con cuidados paliativos, una vertiente de la medicina que se dedica a hacer de esos momentos algo menos doloroso, ofreciendo calidad de vida durante el tiempo que se tenga.

El tema no es tan conocido como debería, por eso, acudí con la anestesióloga Silvia Allende Pérez, actual directora del centro del control de síntomas y alivio del dolor de la unidad de Oncología en el Hospital Ángeles del Pedregal, para que me contara un poco más sobre esta importante rama de la medicina.

¿Qué son los cuidados paliativos?

“La medicina paliativa surgió en Inglaterra durante los años sesenta; sin embargo, en la región de Latinoamérica, apenas lleva 20 años. Esta se vale de diversas especialidades médicas para ofrecer una mejor calidad de vida a los pacientes en estado terminal o que se encuentran luchando con una enfermedad crónica”, comenta la doctora Allende.

Y es que, muchas enfermedades pueden ocasionar angustia, dolor y sufrimiento, haciendo del día a día algo muy lejano de lo que una persona sana considera vivir. Por eso, se requiere más de un médico para apoyar a los pacientes. Algunos de los especialistas que se coordinan para los cuidados paliativos son: psicólogo, nutriólogo, anestesiólogo, médico especialista en la enfermedad detectada y tanatólogo.

En la medicina, algunas de estas enfermedades son consideradas como enfermedades no transmisibles (ENT) y, de acuerdo con la Guía de Manejo de Cuidados Paliativos del Consejo de Salubridad General, el 70% de las muertes en el mundo son debido a estas enfermedades. Con un número tan alto, es fundamental que los pacientes y sus familias sepan que tienen derecho a contar con atenciones paliativas.

¿Cuáles son las enfermedades que requieren cuidados paliativos?

El Consejo de Salubridad General señala que en el 2015 México registró 655 mil defunciones, de las cuales, 13% fueron por cáncer. Además, esclarece que el promedio de vida en el país, es de 10 años menos que en otras partes del mundo, lo que significa que tenemos mayor tendencia a morir prematuramente.

Las enfermedades no transmisibles son:

• Enfermedades cardiovasculares (los infartos al miocardio o accidentes cerebrovasculares, por ejemplo)
• Cáncer
• Enfermedades respiratorias crónicas (como la neumopatía obstructiva crónica o el asma)
• Enfermedades metabólicas (diabetes, insuficiencia renal crónica)

Sin embargo, existen otras enfermedades crónicas que pueden ser consideradas para recibir asistencia paliativa, como:

• Demencia
• Sida
• Esclerosis Lateral Amiotrófica
• Deterioro nutricional severo
• Enfermedad hepática
• Parkinson
• Poliucerados con inmovilismos irreversibles

Muchas de estas enfermedades pueden causar altos niveles de dolor, que alteran el día a día de los pacientes y generan un pesar emocional en las personas que las cuidan. De hecho, en muchos casos, estos pacientes requerirán medicamentos fuertes que los especialistas no recetan como primera opción, pero que, sin duda, pueden ofrecer cierta tranquilidad al paciente.

Los cuidados paliativos son un derecho y pueden ayudar más de lo piensas

“El 14 de agosto del presente año, el Diario Oficial de la Federación publicó la actualización de la Guía de Manejo Integral de Cuidados Paliativos, haciendo obligatorio que las instituciones de salud lo revisen y otorguen el servicio a los pacientes que lo soliciten”, me comenta la doctora Allende.

Pero uno de los problemas, de acuerdo con la doctora, es que pocas personas conocen este servicio y las instituciones no lo ofrecen.

“La medicina paliativa ayuda a sobrellevar la enfermedad, integra a la familia, mejora la calidad de vida, explica adecuadamente las posibilidades ante la enfermedad y fomenta una comunicación abierta, haciendo que las personas involucradas acepten de mejor manera la situación y sean conscientes”, asegura la doctora.

Cuando se incluye al paciente y a la familia en los cuidados paliativos, también se reduce el riesgo abandono al enfermo, ya que el desgaste de los cuidados, puede ocasionar hartazgo, depresión o enojo en la persona.

Este tipo de atenciones son indispensables, y es fundamental compartir la información, para que cada vez más personas tengan acceso a este derecho y gocen de una muerte digna o tengan la oportunidad de disfrutar al máximo esos últimos momentos.

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