Todo lo que debes saber acerca de la donación de sangre

Martha Cortez Maya

hace 7 años

La desinformación respecto al tema de la donación de sangre ha sido uno de los principales factores que ha tenido a este proceso envuelto en mitos, aislando así, la posibilidad de salvar cientos de vidas y restringiendo esta atención que los hospitales tienen que brindar día a día.

Según cifras de 2016, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) obtuvo durante ese año la donación de casi medio millón de unidades sanguíneas en sus 65 bancos de sangre; sin embargo, este año el gobierno de la Ciudad de México busca superar dicha cifra. Por ello, el pasado 13 de junio, en el marco del Día Mundial del Donante de Sangre, el gobierno de la capital se sumó a la campaña internacional de donación: Be The One (sé el primero). A través de la cual se busca convocar a un mayor número de donadores altruistas.

Para conocer y alentar a las personas a la donación voluntaria, platicamos con Adolfo Cristo Bautista, CEO de la Fundación Sonríe, Estas Vivo, quien desde hace seis años ha apoyado a decenas de hospitales, impulsando el altruismo y la donación de sangre entre la sociedad mexicana.

Explicó que el primer paso para realizar un donativo es la entrevista, en la que los médicos especialistas indagan a fondo los hábitos de las personas, con el fin de proteger tanto la salud del donante como la del receptor, por lo que es muy importante responder con seriedad.

“Los donadores primerizos deben tomar conciencia y tener apertura total a los procesos desde un punto de vista espiritual, deben ser honestos al proporcionar la información y cumplir con los requisitos necesarios para llevar a cabo la donación”, dijo Cristo Bautista.

Posteriormente, inicia el proceso pre-donatorio que permite revelar si la información fue verídica y el donante se encuentra en buen estado para efectuar el procedimiento. Si los resultados del análisis de sangre son irregulares, el donante recibirá un llamado y se le informará que no es candidato viable.

Por último, cuando el donador voluntario sí es un candidato viable, se recogen al menos 450 ml. de sangre por persona y se depositan en un sistema cerrado de bolsas cuádruples que contienen líquido anticoagulante y conservadores. Durante la extracción, esta bolsa permanece en una balanza para mezclar la sangre y controlar su volumen.

Dudas frecuentes de los donadores de sangre primerizos

Con el fin de incentivar a más personas a donar sangre, Adolfo Cristo Bautista resolvió las principales dudas que la mayoría de las personas tienen al donar sangre.

¿Tarda mucho? Este proceso además de que no es doloroso es muy rápido. El tiempo aproximado es de 15 minutos.
¿Es necesario acudir en ayuno? Sí, se requiere al menos cuatro horas de ayuno antes de la donación; además, deben dormir bien la noche anterior, ingerir comidas pocos grasosas y evitar fumar. Todas estas actividades permitirán que la sangre fluya de manera adecuada en tu cuerpo y se pueda extraer sin problemas.
¿Hasta qué edad puedo donar? La edad mínima para donar es de 18 años y la máxima es de 65 años.
¿Qué riesgo existe de contraer alguna enfermedad? Esta actividad es 100% segura, pues se realiza por medio de una aguja estéril nueva que se utiliza una sola vez y se desecha.
¿Y si tengo tatuajes y perforaciones? Puedes donar después de un año de habértelos hecho. Con los estudios que posteriormente se le realizan a la sangre se detectará cualquier anomalía.
¿Qué pasa si me llego a sentir mal durante la extracción? Muchas personas experimentan mareos y náuseas, síntomas normales que no pasa a mayores. En muy pocas ocasiones se da pérdida de conocimiento, daños a los nervios o las arterias.
¿Qué debo hacer después de donar sangre? Es recomendable beber mucha agua, ingerir alimentos sanos y ricos en hierro a tu dieta normal para compensar al metabolismo. No se aconseja cargar objetos pesados ni hacer ejercicio intenso.
¿Qué debo evitar? Estar enfermo el día de la donación. No haber padecido Hepatitis tipo B, tipo C, VIH o Sífilis, ni múltiples parejas sexuales. No tener trasplantes de órganos, ni usar drogas.