Se termina el año, se quedan atrás las derrotas, las risas, el llanto y, quizá, una que otra persona, pero lo que siempre llevamos con nosotros es el aprendizaje y los momentos vividos. Fin de año es la temporada de reflexión y análisis para comenzar el nuevo con sueños, ilusiones, determinación y mucho, mucho amor.

Temporada de reflexión y análisis

“Finalizar un año significa muchas cosas, diciembre es un mes de festejos, reuniones y encuentros; sin embargo, también es un momento de separaciones y ausencias que mueve emociones y pensamientos no siempre agradables”, asegura la psicoanalista Claudia Rodríguez Acosta.

Es importante hacer una mirada introspectiva, ya que si no localizamos los momentos cruciales que nos provocaron tristeza, enojo o felicidad, será muy complicado corregirlos o repetir la fórmula.

Así que, en esta temporada de reflexión y análisis es importante tomar un momento y dejar de ignorar esas metas sin cumplir, esos problemas sin solucionar o esas personas lejanas o cercanas que nos impactan de alguna manera.

Nuevas metas

Parte de la reflexión es para determinar esas nuevas metas que nos conduzcan a la vida que deseamos.

De acuerdo con la psicóloga Claudia, “en este punto habría que pensar si esos propósitos son posibles con la pura fuerza de voluntad o no y, sobre todo, antes de hacerlos, identificar qué no nos ha hecho bien en el pasado,  qué no queremos más en nuestra vida, qué no hemos podido lograr a pesar de ponerlo como un propósito cada año”.

Una vez identificados los puntos de cambio, es vital que nos miremos al espejo, dialoguemos honestamente y aceptemos si los retos están en nuestras manos o requerimos algún tipo de apoyo. “Hay muchas personas que deciden iniciar una psicoterapia, ya que empiezan a revivir y a recordar mucho de lo que a lo largo de doce meses han evitado, han pensado que podría ser diferente, no han querido ver o simplemente no les ha parecido importante”.

No hay nada de malo en “darnos una ayudadita” a través de la terapia, muchas veces eso es justo el empujón que necesitábamos para dar el gran paso hacia el cambio.

Autorreconocimiento y propósitos

Ojo, también es importante que en esta temporada de reflexión y análisis celebremos todos nuestros logros, todas las batallas y retos ganados en este año que termina. Hacer una retrospectiva de nuestros buenos momentos nos dará la fuerza y determinación para fijar esos nuevos propósitos.

“El fin de año pone un alto que permite continuar con una vida en la que nada cambiará, a menos que así se desee y se trabaje sobre ello”, señala la especialista. Y, en efecto, nada cambia a menos que trabajemos en ello, que nos comprometamos sin esperar que alguien más cambie las cosas por nosotros.

Antes de festejar y comer las uvas desesperadamente, aprovecha esta temporada de reflexión y análisis, tómate un momento y mira hacia adentro. Nadie mejor que tú mismo para motivarte y amarte.

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¿Ya has pensado qué hacer y cómo organizar tus prioridades en esta temporada de reflexión y análisis?