La empatía, según la Real Academia Española, es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos, sin embargo, esta cualidad no solo se vincula con personas, sino también con algunos animales. Por ejemplo, podemos hablar de la equinoterapia o terapia con caballos.
¿De qué forma? Según un experimento realizado a inicios de 2016, por la Universidad de Sussex, en Inglaterra, los caballos son capaces de percibir las emociones humanas y generar empatía hacia nosotros.
Antecedentes de la terapia con caballos
En la investigación se analizó la reacción de 28 caballos después de presentarles fotografías con la cara de un hombre que mostraba emociones positivas y negativas. Ante las negativas, los caballos enfocaban con su ojo izquierdo, mientras que a las positivas respondían con el derecho.
Además, como todos los mamíferos, la información que recibían se transmitía al hemisferio derecho, en caso de los estímulos negativos, y al izquierdo, en el de los positivos.
Aunado a esta investigación, el trabajo que han realizado en asociaciones como la Equine Assisted Growth and Learning Association (EAGALA) ha hecho que las terapias psicológicas hayan crecido en muchas partes del mundo, incluyendo México. Esto se debe a la efectividad que han tenido las terapias que realizan con caballos.
Beneficios de la terapia con caballos
Aunque practicar un deporte ecuestre implica una mejoría física, también hay beneficios emocionales. Según Carlos Mancera, facilitador en la Fundación Lasso Horse & Life, la terapia con caballos puede ayudar a:
- Mejorar el estado de ánimo, pues disminuyen los sentimientos de soledad y aislamiento, y aumentan las conductas afectivas y positivas.
- Regular el control emocional y la impulsividad, pues en la práctica diaria se debe pensar dos veces una actividad, antes de poner en riesgo la integridad del caballo o del jinete.
- Aumentar la autoestima, ya que es posible superar temores y progresar en la comunicación entre caballo y jinete.
- Mejorar la concentración, la memoria y la atención, gracias a que el contacto con los caballos estimula una mayor empatía en el jinete y lo ayuda a tener mayor claridad en sus ideas.
- Favorecer el respeto por los demás, tanto a nivel físico como en la comunicación. Dado que un caballo es un ser que no puede hablar, la intuición crece en el jinete y es posible que este tenga un mejor desarrollo comunicativo con otras personas.
- Aumentar la capacidad de localización temporal y espacial, gracias a los ejercicios que se hacen en las clínicas de terapia, donde se ubica la velocidad y el espacio donde el caballo y el jinete trabajan.
En la Ciudad de México existen distintos espacios donde se puede practicar coaching con caballos y equinoterapia. Si deseas acercarte a conocer alguna de estas opciones recuerda que la guía de un profesional certificado será fundamental.
Para más información:
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