Según Erik Ries que es considerado el fundador de la primera startup, se trata de una institución humana para crear un nuevo producto o servicio bajo condiciones de incertidumbre extrema. Según Steve Blank, que es el maestro de Ries, es una organización temporal que está en búsqueda de un modelo de negocio escalable.
Y si juntamos las dos, llegamos a la conclusión de que un negocio no es el equivalente a una startup. Cuando hablamos de negocio nos referimos a algo que ya funciona y ya tiene una actividad de forma recurrente; tenga éxito o no.
El objetivo de una startup es saber si existe un negocio detrás de una idea. Averiguar qué debe producirse, investigar en cuánto se va a vender y si hay consumidores en el mercado dispuestos a pagar por ese producto. Además debe hacerse rápido para intentar consumir el menor número de recursos posibles.
El modelo de startup aunque suene extraño se basa en probar, cometer errores y cambiarlos. “Equivócate rápido, gastando poco y el menor tiempo posible” son sus principios básicos.
Se trata de hacer que el producto salga rápidamente al mercado, testear, y una vez con información, dirigir su estrategia para hacer escalable y grande su idea para que finalmente se convierta en una empresa.
En resumen, la línea de startup trata de ayudar y favorecer al emprendedor a crear una empresa de éxito usando la innovación continua tanto de tecnología como de estrategias.
Fuente: Curso Formación Actívate (Marketing digital) de Google.
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