Rosca de reyes, el origen de una rica tradición mexicana
¿Quieres saber el origen de la rosca de reyes?
Esta es una costumbre romana que tiene impacto desde la Edad Media en países europeos como Francia y España.
En esta cultura se rendía tributo al dios Saturno y elaboraban tortas redondas de higos, dátiles y miel para dar las gracias por los días que serían más largos después del solsticio de invierno. Posteriormente, la Iglesia Católica la incluyó en sus festejos.
Rosca de reyes: ¿por qué colocamos una figura del Niño Dios adentro de ella?
La costumbre de colocar objetos en la comida tiene sus orígenes en Francia. Se tienen indicios de que se incrustaba un pedazo de haba en este pan como símbolo de prosperidad y quien la encontrara era nombrado roi de la féve (rey del haba). Hoy en día en ese país se come la tradicional galette des rois y quien encuentra el haba es rey por un día y portará una corona de cartón.
La que más se asemeja a la rosca de reyes que comemos hoy en día en México es el roscón de reyes que se prepara en España como cierre de las celebraciones católicas de Navidad y se le relaciona con la visita que hicieron los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, al Niño Jesús, conocido como Epifanía.
Este pan en la actualidad contiene en su interior una figura plástica (o de cerámica) que representa al Niño Jesús. Además, simboliza el momento en el que muchos ocultaron al recién nacido cuando el rey Herodes trató de matarlo.
¿Qué simbolismo hay en ella?
La rosca de reyes representa la corona de los Reyes Magos y su decoración, hecha con higos, ate y membrillo, representa las joyas que llevaban estos adornos reales y su significado es paz, amor y felicidad.
Lo mejor de todo viene cuando se parte este pan el 6 de enero, ya que quien encuentra al niño se convierte en su padrino y lo cuidará hasta el 2 de febrero, Día de la Candelaria, fecha en la que también “dispararán” los tamales. Esta es una tradición mexicana muy arraigada.
Los tiempos cambian y hay variantes alternas con ingredientes distintos a los de siempre en la masa, los rellenos y los adornos. Aunque era habitual ver acitrón en algunas roscas, este ya no debe incluirse pues su consumo excesivo durante estas fechas puso en grave peligro a la población de biznagas, un cactus del que se extrae este dulce.
Incluso, entre las tendencias de estos últimos años está el usar figuras de Baby Yoda en lugar de la tradicional, que se use cacao, matcha, ralladura de naranja y otras garnituras, que tengan forma de gato como la Michirosca o hasta que sean de chicharrón norteño o de tacos al pastor. ¿Qué novedades habrán los que vienen?
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