¡A comer hongos!
Los encontrarás en épocas de lluvias en los mercados y supermercados. Ya sea en una quesadilla, en sopa, ensalada o más platillos. Son exquisitos y saludables.
Los hongos poseen propiedades anticancerígenas, antioxidantes y polisacáridos de alto peso molecular que modulan y estimulan el sistema inmunológico. Por si fuera poco, no contienen colesterol, son bajos en grasa y carbohidratos.
El dr. Daniel Martínez Carrera, profesor investigador titular del Colegio de Posgraduados Campus Puebla (COLPOS), mencionó en una nota del periódico La Jornada que un hongo contiene 34% de proteínas en base seca, mientras que otros alimentos tienen menor cantidad, como la leche, con tan sólo 25%.
Además, estas especies del reino Fungi ayudan a que vivan otros seres vivos: muchos están asociados a la fijación del nitrógeno, incluso para productos básicos como el frijol.
En algunos casos, los hongos degradan la materia orgánica, ya que están pegados a la madera o a los troncos caídos y se reincorporan a los suelos para continuar los ciclos naturales.
Algunas de las variedades que encontrarás son el champiñón, las setas, el portobello, el shiitake, los clavitos, el hongo azul, las morillas, entre otras variedades silvestres más.
Encuentra algunas fáciles recetas para cocinarlos.
Fuentes: asociacionetnobiologica.org.mx, cisnex.amc.edu.mx y lajornadadeoriente.com.mx
Martínez, Daniel et al., Hacia un desarrollo sostenible del sistema de producción–consumo de los hongos comestibles y medicinales en Latinoamérica. Avances y perspectivas en el siglo XXI, Google Books.