Cafeterías en la Ciudad de México que debes conocer
Si quieres tomar un café de calidad que apoye a productores mexicanos entonces acércate a estas cafeterías en la Ciudad de México que están comprometidas con el sabor del café, la comodidad y el buen servicio.
1. Café Avellaneda
Es de mis favoritos. Aunque es un lugar muy pequeño y debes tener paciencia si buscas un lugar para platicar, su selección es muy valiosa y nació de la pasión de Carlos De la Torre por el café. Conviene beber un espresso con la selección del día —incluyen granos de cooperativas en Guerrero, Oaxaca y Chiapas—, así como sus americanos, capuchinos y métodos como dripper o sifón japonés. Lo mejor: sabor, atención, la ficha técnica de cada café y los postres caseros.
Higuera 40, Centro de Coyoacán
2. Chiquitito Café
Otro de los consentidos. Dicen que lo mejor viene en frascos pequeños y este sitio es un ejemplo. Jeremy Clouser, dueño del local, y su equipo cuidan cada paso del proceso, desde la selección del grano, la preparación, hasta la atención al cliente. Prueba también el Iced Coffee si quieres un café frío sin optar por los frappes llenos de aditivos azucarados.
Alfonso Reyes 232 E, colonia Condesa
3. Cucurucho
Otro espacio que se dedica a la venta y preparación de café mexicano de Oaxaca y Chiapas. También puedes comprar miel orgánica y otros productos que acompañarán a la perfección tu bebida.
Río Nazas 52, colonia Cuauhtémoc
4. Gradios deli
Erika Chagoya, su dueña, ganó la Competencia Nacional de Baristas en 2013. Tienen métodos para preparar café como el dripper, el sifón japonés, el aeropress y el chemex. Sus granos son de diferentes lugares de México, como Oaxaca y Guerrero. Si vas temprano, pide alguno de sus desayunos, son baratos y sabrosos.
- Luis Moya 115, colonia Centro
- Xola 1015, colonia Narvarte
Checa la segunda parte de esta lista de cafés y cafeterías.
Jesús Salazar, experto en café y filósofo que puedes seguir en la cuenta @cafeologo, alguna vez habló del concepto de una taza coherente, que se define como aquella que nos dice de quién es el café y cuánto es el porcentaje de mezcla en lo que bebemos.
Si apoyamos más este tipo de proyectos no sólo logramos incentivar la economía local, sino ponemos un pequeño granito de arena para los productores artesanales de café y sus familias. Las decisiones de consumo también son un acto social.