¿Has pensando en que los hoteles románticos son espacios idóneos para celebrarse y consentirse? Si tienes pareja quizá quieras divertirte y cambiar la rutina, aunque no seas adepto de estas fechas en las que se celebra al amor y la amistad.

¡Quitémonos tabús y prejuicios! No importa si llevan poco o mucho tiempo juntos, si tienen o no algún compromiso civil o religioso o cuáles son sus preferencias sexuales: estos negocios son lugares que generan experiencias ideales para esta época que pueden ser o no un cliché, más o menos aventureras o relativamente exclusivas… Todo dependerá de quien las viva.

No me late la idea del amor “romántico” y lo que genera, pero sin duda es algo que se busca en internet de manera regular: sea cual sea tu opinión este texto busca que abras tu panorama a otras vivencias.

Hoteles románticos para todos los gustos

Hay hoteles para parejas de diferentes gustos y presupuestos: hay “tortolitos” que prefieren ir a un “hotel de amor“ por unas cuantas horas, los que necesitan un jacuzzi en su cuarto para relajarse y otros que reservan habitaciones de lujo para darse una pausa de lo cotidiano.

¿Qué nos cuentan algunos representantes de algunos hoteles en México de este tema? ¿Cómo aprovechan una fecha como esta los hoteles en la CDMX y otros destinos? ¿Qué hace la diferencia en una marca?

Hoteles de amor, no moteles de paso

Hay que aceptar que las palabras “motel” y “hotel de paso” tienen una connotación negativa y Aurelio Vázquez, director general de DIN Interiorismo, y su equipo crearon el término “hoteles de amor”, que luego derivó en un buscador de este tipo de lugares. El chiste es que se repensó en estos hospedajes que ellos se han encargado de remodelar o reconceptualizar, partiendo de dos premisas: dar rienda suelta al erotismo y centrarse en las necesidades del cliente.

Por lo general, estos recintos se asociaban con cuartos fríos, feos, sucios y obscuros y el hecho de poder gozar una sexualidad plena y consensuada nada tiene que ver con esos adjetivos. “Un hotel del amor es divertido, alegre, despierta la fantasía, la lujuria, la alegría, el erotismo y la sensualidad”, añade.

Al ver los hoteles Cuore, PopLife y la habitación 36 del hotel Pirámides Del Valle (con una alberca y fuente para echar a volar la imaginación) en CDMX se nota que desean que la estancia sea agradable y se transforme la visión de ir a un motel. La idea es que solo te enfoques en el deleite corporal y sensorial en pareja y eso puede ser un gran plan para salir de la monotonía.

Desde una velada única hasta experiencias exclusivas en hoteles románticos

Para los hoteles turísticos, ya sea de gama media, alta o de lujo, los retos son diferentes: entre más opciones se tengan, mejor. Los amorosos buscarán desde una cena romántica hasta una vivencia completa que incluya algún tratamiento relajante, una noche de estadía y amenidades especiales. “Hay que hacer que la gente que no gastaría en una cena o un hotel ese día lo haga y tiene que ser con algo que no es lo que vendes todos los días”, opina Kandu Tapia, gerente de comunicación Latinoamérica de hoteles Hilton.

Por su parte, Paulina Feltrin, directora de Relaciones Públicas de St. Regis Hotels & Resorts México, destaca la exclusividad y la personalización que esta empresa ofrece para San Valentín, tanto en Ciudad de México como en Punta Mita. No basta con tener instalaciones de primera nivel, sino que buscan ser diferenciadores en el servicio y que sus clientes accedan a lo que ningún otro lugar tiene.

Por ejemplo, el 14 de febrero en el restaurante Diana, el chocolatero Mauricio Montiel es el invitado que hará una colaboración con el chef Fernando Sánchez; ese mismo día, en J&G Grill el chef Olivier Deboise y la chef repostera Sonia Lokun deleitarán a los enamorados con un menú de siete tiempos llamado La Vie en Rose; y Celebrate Love es el paquete en el cual ofrecen hospedaje, masaje, cena, champaña, así como desayuno y mimosas al día siguiente durante todo febrero.

“Aunque seas local y vayas con tu pareja a cenar, luego puedes quedarte y pasar la noche en nuestros hoteles. Nosotros nos encargamos de la decoración, de enviar una botella de vino o espumoso, de dar algún detalle de flores o algún dulce que puedan disfrutar en compañía”, dice Rodrigo Serralde, director comercial de Grupo Diestra que incluye a Hoteles Emporio y algunas propiedades Marriott. Todo lo que apapache y destaque por su originalidad será vital para que cada uno sea elegido por su tipo de mercado.

Comida, parte central de la experiencia de San Valentín 

No es gratuito que esa escena mítica de La dama y el vagabundo de Walt Disney sea típica para hablar de romanticismo y coqueteo. Disfrutar delicias en compañía de la persona que te gusta es algo gozoso: se conquista a través de la vista y el estómago, a través de los aromas y las texturas, porque sí, amar y comer son actos multisensoriales.

Los hoteles saben que los comensales han cambiado en la última década y cada vez les gusta probar más sabores. Serralde dice con certeza que hoy en día hay una mayor oferta gastronómica en las ciudades, así que los hoteleros saben que deben ofrecer calidad, creatividad y buena atención al cliente para que el huésped se convierta también en un comensal. En los Hoteles Emporio ofrecen pan recién horneado cada cinco minutos y buscan que el café siempre esté en la temperatura correcta en sus restaurantes.

En el caso de Hilton Santa Fe y Reforma en la capital, así como en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, hay chefs que no solo están al pendiente de la frescura de los alimentos sino de buscar menús, tanto de fechas especiales como de Coffee break y buffet, que salgan de lo común, explica Tapia. También detectan los gustos de cada entidad; por ejemplo, Mercatto cuida su nuevo concepto culinario, a cargo del chef Hernán Griccin dentro de su más reciente apertura:The Fives en Playa del Carmen, que es un ejemplo de cómo dar gusto a las preferencias de su mercado.

“Cada vez buscamos más experiencias curadas y eso lo hemos entendido desde siempre. John Jacob Astor IV, nuestro fundador, se dedicó a ofrecerlas desde el primer momento, cuando en 1904 era el primer hotel en Nueva York con servicio de mayordomo. En este caso, el chef aporta personalidad y un sentido único, que es parte de sentirte consentido y saber que se preocupan por ti. Eso sigue y se extiende a todos lo niveles. Los mismo sucede con la mixología, que es otra de las tendencias que cuidamos en nuestros espacios”, explica Feltrin.

Marcar la diferencia y conocer a tu cliente

¿Cómo lograr saber de antemano lo que necesita una pareja en cualquiera de estos hoteles? Vázquez asegura que la gente no quiere sentirse en su casa: por eso busca alternativas como los “hoteles de amor”. En su caso, aprovechan elementos como la luz, los colores, el diseño, los materiales, las imágenes sugerentes en detalles de cancelería y, sobre todo, algo muy especial que los caracteriza: los “fajódromos”. En esta zona de la habitación hay sillones, columpios y más mobiliario que cada quien usará a placer y como su ingenio les dicte.

Para Serralde todo importa: desde la comodidad de la almohada, hasta el aroma del shampoo. “Después de hacer encuestas, entrevistas y pláticas con grupos de opinión, llegamos a la conclusión de cuáles son las necesidades y los favoritos de las parejas. Les gustan las esencias relajantes y que haya kit completo de limpieza, con rastrillo y espuma para afeitarse, crema para el cuerpo y acondicionador. Lo disfrutan, aprecian y lo comentan”, dice.

Feltrin apunta que para el huésped de los hoteles de lujo para los que ella labora el diseño debe ser evolvente, exquisito y bello: desde las lámparas, el mobiliario y los tapices, hasta el plus de que se sepa que el diseñador de Connoisseur St. Regis es Jason Wu, o que el jazz es la música que suena en sus edificios y su embajador de marca es el músico Jamie Cullum. “El buen servicio y el confort son las claves de una marca como esta. Hay que tener mucha intuición y saber que cada persona es distinta”, añade.

Spa en pareja, otra alternativa dentro de los hoteles románticos

La relajación y el bienestar son muy apreciados también para el Día del Amor y la Amistad. Alicia Ruíz, encargada del spa del Hotel Hilton Mexico City Reforma explica que ellos preparan promociones durante febrero que incluyen masaje de presión suave con pétalos de rosas, faciales con productos de agave y amenidades como chocolates, fresas e infusiones herbales. Este tipo de paquetes contemplan el uso de áreas de vapor, jacuzzi, regaderas, vestidores lockers, piscina y canal de nado al contratar el tratamiento.

Oriental Spa de los hoteles Emporio (Veracruz, Ixtapa y Acapulco, así como Samba Vallarta) es otra alternativa. Serralde cuenta que este grupo se ha preocupado por tener capacitación constante y ofrecer lugares adaptados para este relax en pareja. Sus masajes, aromaterapia, faciales y rituales diseñados para el bienestar, la frescura de la piel y la renovación energética son muy disfrutables.

Remède Spa en los St. Regis de Punta Mita y Ciudad de México están a la vanguardia en técnicas wellness, que no solo son trendy sino que poseen una visión holística entre belleza, salud emocional y física. Su infraestructura es moderna y son los únicos con spa suites en México, las cuales están habilitadas con sauna. Su opción Absolute Spa Ritual se vive en dupla, pero saben que hombres y mujeres requieren tratamientos distintos, así que personalizan y miman al máximo.

Un San Valentín diferente

Como ya leíste: hay diferentes alternativas de hoteles para parejas y una gama distinta de actividades en estos espacios que van más allá del descanso. Ahí te dan ideas de cómo sorprender a tu querer. Compartir el “cachondeo”, el coqueteo, la complicidad y el disfrute puede ser lo que necesitas este San Valentín.

Cuéntanos tus recomendaciones y experiencias. ¿Qué hoteles románticos conoces?

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