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Helados: datos que quizá no sabías sobre estas delicias congeladas

Helados: datos que quizá no sabías sobre estas delicias congeladas
  • Published12 April, 2018

Sigue leyendo para saber más datos de los helados que quizá no sabías.

En esta época de calor, gelatos, nieves, paletas, raspados, esquimos, frutsis hechos hielo, malteadas, sándwiches de helado, gelatinas y bolis son parte de los antojos golosos para refrescarnos (y animarnos) desde que somos niños.

Helados: el alimento que tanto nos gusta
Helados: el alimento que tanto nos gusta

¡A conocer más sobre los helados!

– El investigador Martín González de la Vara cuenta en su libro La Michoacana: Historia de los paleteros de Tocumbo que las civilizaciones antiguas en China desde hace 5 mil años ya los preparaban con nieve de las montañas, frutas y miel.

– El viajero Marco Polo llevó la receta a Europa, pues los comió en aquel país oriental durante sus múltiples y prolíficas travesías.

– También los romanos eran adeptos a esta delicia. Se cuenta que la nieve para ellos provenía de los Alpes. Una receta que le gustaba al emperador Nerón era el helado de limón con frambuesas molidas y agua de rosas.

Los helados en México

– En México durante la época prehispánica el hielo ya se usaba como conservador. Las nieves de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl se usaban para enfriar y elaborar los alimentos en la corte de los emperadores.

En los libros que revisamos en Puebla con la maestra Lilia Martínez se dice que de los volcanes bajaban nieve con cestería y viajaban de noche y de día, enterrándola debajo de la tierra para mantener la frescura y luego preparar nieves. Eran las clases privilegiadas quienes comían helado y los expendios de hielo estaban controlados por parte de la Corona española.

– Cuando nuestro país ya era independiente y se eliminó el estanco del hielo en el siglo XIX, comer alimentos helados se volvió más democrático, pues se trajeron los primeros refrigeradores y las máquinas heladoras. Neverías, fuentes de sodas, carritos de nieve y raspados callejeros se volvieron poco a poco parte del paisaje citadino.

Checa este artículos sobre heladerías clásicas en México:

https://sisoy.net/helados-mexicanos-clasicos-en-mexico/

¿Comer helado es malo para la salud?

El Consejo Lácteo de California, nos comparte que el consumo per cápita de helados en México es de dos litros al año, y que “este alimento no engorda si se come con moderación, pues las calorías que aportan estos alimentos son únicamente el 10% del total de calorías requeridas diariamente”.

Para quienes son diabéticos ya existen lugares en los que pueden comprar helados sin azúcar, con Stevia o reducidos en grasa, en el caso de los que tienen base de crema o leche.

[wt-tip]Lo que sí debe decirse es que lo ideal es moderar su consumo, ya que, como cualquier otro postre, aporta carbohidratos a la dieta diaria. Otro consejo sería preferir los que están elaborados con ingredientes naturales para evitar consumir tantos conservadores.[/wt-tip]

Todo con moderación: aunque te encanten los helados hay que comerlos de vez en cuando
Todo con moderación: aunque te encanten los helados hay que comerlos de vez en cuando

Diferencias entre helado, gelato, nieve y raspado

Aunque solemos llamarlos igual, cada tipo tiene sus diferencias: el helado está hecho de crema y debe tener un mínimo de 10% de grasa. El gelato se elabora casi totalmente con leche y su técnica es italiana.

Los sorbetes o las nieves no contienen lácteos ni grasa y son posibles gracias a la combinación de agua, fruta y azúcar. Y las malteadas se preparan con bolas de helado mezcladas con leche para lograr un batido espumoso de agasajo.

También están los raspados o granizados que se obtienen raspando un bloque de hielo con una espátula y se agrega jarabe de sabores naturales o artificiales, así como lechera, rompope y hasta frutas en trocitos para saborizarlos.

No es lo mismo un gelato a una nieve
No es lo mismo un gelato a una nieve

Sabores de helados

Cada país tiene sus sabores locales, pero hay que decir que en México somos expertos en este tema: tenemos tantas frutas, flores, especias y preparaciones que la lista es infinita.

Si bien chocolate, vainilla y fresa son los más comunes, también encuentras especialidades que incluyen licores como ron, vino, tequila o rompope; postres como turrón y pay de limón; especias y flores como lavanda y cardamomo; frutas locales como la berenjena de Xalapa o el chagalapoli de San Andrés Tuxtla; y hasta de bebidas como el tejate oaxaqueño o el tascalate chiapaneco.

En esta cápsula del proyecto Niñonautas de la productora Kirén Miret escucharás más sobre la gran variedad de sabores de helados entre los cuales los de calamar, cebolla y espagueti a la boloñesa son algunos de los más raros del mundo:

Comer helado es compartir
Comer helado es compartir

Naturales ante todo

Lo valioso es que una nieve o un helado conserven su sabor natural: si es de mango debe saber a mango (aunque suene a obviedad). Deben estar frescos, su textura debe ser consistente, si son de crema o leche no deben dejar el paladar lleno de grasa, ni ser demasiado empalagosos o artificiales.

Respecto a aquellos que incluyen alcohol en la receta, existen algunos que lo tienen en exceso y pierden la esencia de una buena elaboración. Si bien pueden incluir ese ingrediente, la cantidad debe ser soportable, pues no hay que olvidar que es un postre y no una congelada atiborrada de “piquete”.

Los helados deben saber a su ingrediente principal
Los helados deben saber a su ingrediente principal

Nostalgia por lo helado

Recuerdo que cuando era niña mi mamá preparaba aguas de sabores y hacíamos hielitos para comerlos como antojo. Teníamos unos moldes para paletas y esperar a que estuvieran listos parecía eterno. Cuando por fin llegaba el momento, se acababan en un santiamén.

Achicharrarse en pleno sol obligaba a buscar esa sensación fresca, que es hasta masoquista, pues cuando se destemplan los dientes al morder el hielo, un dolor punzante se sube a la cabeza.

Mi niñez sucedió a mitades los ochenta e inicios de los noventa: mi obsesión infantil era comprar paletas de grosella, de esas con forma de dedo, o esos triangulitos de placer, los Raspatitos. Con mi hermana y amigos nos pintábamos los labios de rojo con ellas. ¡Y cómo olvidar las paletas de limón con refresco de cola con la imagen de las Tortugas Ninja o las famosas Chemise!

También recuerdo los helados de sabores como choco chips, napolitano, pistache y más que traían estampas de los Muppets Baby en la tapa. Quizá si ahora los comemos ya no serían tan ricos pero con tal de agregar más pegotes a la colección, uno los pedía con regularidad.

¿Cuáles eran tus helados favoritos cuando eras niño?
¿Cuáles eran tus helados favoritos cuando eras niño?

Más sobre helados, nieves y otras curiosidades 

https://sisoy.net/ese-helado-de-coco-en-tlacotalpan/

https://sisoy.net/heladeria-escandon-cdmx/

Fuentes: Feria Internacional del Helado, whatscookingamerica.net, Real California Milk y La Michoacana. Historia de los paleteros de Tocumbo de Martín González de la Vara.

¿Cuáles son tus helados favoritos?

Autor

  • Mariana Castillo

    Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

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Mariana Castillo

Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

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