La mayoría, si no es que todas las personas, hemos perdido algo en la vida, quizá una pareja, un amigo, el empleo de tus sueños… La tanatología y el duelo están conectados justo por esto: la pérdida. Y es que en los primeros años de la vida nadie nos enseña cómo lidiar con esa ola de sentimientos que genera la pérdida.

Si has escuchado sobre la tanatología, pero no sabes bien a qué se refiere, tienes que seguir leyendo. Me lancé con la psicóloga y psicoanalista Karen Cárdenas para que me contara un poco más sobre el tema.

¿Qué es la tanatología?

Karen comienza con lo básico, la etimología, primera herramienta para comprender un término tan especial, “tanatología viene de dos palabras, del griego antiguo: θάνατος (thanatos) que significa muerte y λóγος que significa tratado o estudio, por lo tanto tanatología de manera literal se refiere al estudio de la muerte”.

Aunque el sentido literal podría reflejar que la tanatología está, simplemente, relacionado con la muerte, en realidad, de acuerdo con Karen, “se trata de enseñar a las personas a vivir bien, a encontrar un sentido a la vida con sus cambios, pérdidas, crisis, y es acompañar a los dolientes”.

La tanatología no se estudia como una carrera, aunque en los últimos años se han abierto maestrías y doctorados. La realidad es que en México se imparte con mayor frecuencia en talleres y diplomados.

¿Para qué sirve la tanatología?

La tanatología no hace referencia únicamente a la pérdida por muerte, sino a todo aquello que implique un cambio. Karen asegura que “la tanatología puede ayudar en cualquier caso de duelo por alguna pérdida o cambio en las diferentes etapas de la vida”.

Esto quiere decir que, la tanatología sí apoya a personas que quizá están cercanas a la muerte o tienen personas importantes en su vida que lo están; sin embargo, también apoya en caso de divorcio, cambio de casa, pérdida del empleo, rompimiento de pareja, jubilación y todo aquello que represente cerrar un ciclo o perder algo.

Para dejarlo más claro, la tanatología ayuda en el proceso de duelo de una persona, por lo que sin importar edad, género, sexo, orientación o cualquier condición, se puede recurrir a la tanatología.

¿Qué es un duelo?

Karen comenta que si bien cada persona lida con el duelo de manera única, “el duelo es un proceso normal que viene después de una pérdida, nos permite recuperarnos y adaptarnos a cualquier pérdida”.

Y, como dije, hay que estar conscientes de que “la duración e intensidad dependen de los recursos de cada persona y de qué tan significativa es la pérdida.  El proceso ayuda a aceptar la realidad y a reconstruirse”.

También influye el cómo has enfrentado el duelo en situaciones anteriores, ya que con cada pérdida vas aprendiendo algo y haciéndote de nuevas herramientas para enfrentar las crisis en la vida.

Fases del duelo

Dependiendo la corriente psicológica y el autor, las fases del duelo tienden a variar; sin embargo, estas son las mencionadas por la mayoría y, que, sin duda, te harán recordar o sentir si has sufrido una pérdida.

• Shock
• Negación
• Culpa, enojo, frustración.
• Miedo, ansiedad, incertidumbre
• Depresión
• Aceptación

¿Cómo ayuda la tanatología en el proceso del duelo?

Ya sea una ruptura amorosa o la muerte de un ser querido, la tanatología te puede auxiliar a asimilar mejor el evento. Y, si bien no todo el mundo vive el duelo del mismo modo ni en el mismo tiempo, la tanatología te ayuda a completar el ciclo y así, poder superar la pérdida.

Karen nos ofrece estos cinco puntos básicos para explicar de qué manera nos ayuda la tanatología en el proceso del duelo:

• Ayuda a la persona a aceptar la pérdida sin culparse, reconociendo los momentos buenos y lo aprendido en la relación.
• Fomenta el replanteamiento de nuevas metas y el proceso de reconocerse como una persona valiosa, única e irrepetible, que como todo ser humano tiene momentos buenos y malos.
• Ayuda a aceptar la pérdida de manera resiliente. Es decir, salir fortalecido de la experiencia vivida.
• Ofrece herramientas que ayuden a perdonar y perdonarse si es necesario.
• Busca que la persona vuelva a tener confianza y esperanza en lo que vendrá.

La tanatología, como ves, no se trata solo de muerte o enfermedades terminales. Al contrario, es una vía para comprender mejor la intrínseca relación entre la vida y la muerte.

Quizá, si todos acudiéramos con el tanatólogo alguna vez en la vida, el triste momento de la pérdida no nos causaría tanto dolor, tristeza ni inestabilidad, y sabríamos cómo no dejarnos caer, sino, por el contrario, encontrar en la pérdida, una oportunidad para redescubrirnos y crecer.

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¿Tienes más dudas sobre la tanatología?