¿Ya conoces Va por la Roma?

Va por la Roma

México se quebró, una vez más, el pasado 19 de septiembre de 2017 con un sismo de 7.1 de magnitud. Ante la urgencia de salvar vidas y de ayudar a aquellos que se quedaron sin nada en un abrir de ojos, la sociedad reaccionó velozmente y se organizó para comenzar con el rescate y la reconstrucción. Ese día, tal como lo hizo 32 años atrás, la tierra mostró la fuerza que llevaba en su interior. Los mexicanos hicieron lo mismo y exteriorizaron una de sus mayores fortalezas: la solidaridad.

Aída Mulato fue una de tantos mexicanos que, tras el desastre, puso manos a la obra para comenzar a unir todo aquello que se había roto. Sin embargo, más allá de lo material, ella se enfocó en el tejido social, ese que llevaba años rajado por la apatía. Fue así como ideó “Va por la Roma”, un circuito de 68 murales por esta colonia que representan a los 68 pueblos originarios de la Ciudad de México.

Los murales que hay en Va por la Roma

El proyecto, que también forma parte de la iniciativa de Jóvenes Artesanos, buscó que los vecinos y voluntarios se comunicaran, colaboraran y que vieran uno por el otro para que, de esta forma, participaran todo el tiempo y no solo en las catástrofes.

“A nosotros en Jóvenes Artesanos nos importa todo lo que pasa antes y durante el proceso de elaboración de los murales. Nos preocupa ver cómo la gente se suma, se interesa y quiere ser parte del proceso de reconstrucción. El proceso de crear comunidad es lo que más nos interesa”, explica Aída.

Es así como “Va por la Roma” no puede encasillarse como un proyecto de arte urbano. La creación de los murales es una suma de esfuerzos que al final, más allá del adorno de la colonia, busca contar una historia de unión y supervivencia.

Al día de hoy, cada uno de murales fue pintado en paredes de edificios que colapsaron, donde dieron atención médica en los terremotos del 85 y del 2017. Aída dice que es así como conectan historias de dos generaciones distintas que, en momentos diferentes, pusieron de pie a México.

Una vez que se completen los 68 murales, lo que sigue es generar conciencia sobre lo ocurrido en los terremotos del 19 de septiembre, pero también sobre temas como la inclusión de los pueblos indígenas que existen en nuestro país y habitan la Ciudad de México, la corrupción que existe en la industria de construcción y los damnificados.

El circuito de murales “Va por la Roma” se piensa replicar en otras zonas que fueron afectadas por el terremoto, pero primero, explica Aída, debe ser exitoso en la colonia donde surgió la idea del proyecto.

“Se inició en la Roma porque aquí es donde trabajamos desde hace ocho años como Jóvenes Artesanos y donde creamos una red con la gente que conocíamos. Una vez que terminemos todos los murales aquí, tendrá más sentido que armemos un nuevo circuito en otro lado”.

“Va por la Roma” hasta ahora lleva más de 20 murales. Aída asegura que son varios los que se han unido al proyecto, pero que todavía faltan más que quieran pintar y que se involucren con el objetivo principal: preocuparse por el otro, porque ya lo dice la leyenda del primer mural que se pintó: “la vida está completa cuando se comparte”.

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