De tatuador a tatuador, cómo hacer de un tatuaje, un grato recuerdo
Como tatuador tendrás que tratar a todo tipo de personas, las que están nerviosas por su primer tatuaje o las que son intolerantes al dolor, por lo que tu reto será crear un ambiente seguro y confortable que las relaje.
Yo, como tatuador, ¿qué puedo hacer?
Aunque muchas personas asisten a tatuarse con toda convicción, siempre existirá alguien que en el momento se arrepienta o se ponga demasiado nervioso, por lo que te recomendamos tener en cuenta lo siguiente.
Platica con la persona
Es importante que, desde que llega, le preguntes cómo se siente, si está lista para comenzar o si necesita tomar un descanso.
Todo esto te ayudará a generar confianza y hacer que la experiencia sea grata para ambas partes.
Genera empatía con ella/él
En ocasiones, la sesión del tatuaje se convierte en una consulta terapéutica porque las personas se encuentran en un momento de vulnerabilidad y mucha sensibilidad.
Por tanto, lo más seguro es que te toque escuchar todo tipo de historias y hasta dar uno que otro consejo.
Realicen juntos ejercicios de respiración
Al tomar el control de la respiración se entra en un estado de paz y tranquilidad, sobre todo cuando las inhalaciones son profundas y se llena de aire toda la caja torácica.
Si la persona está nerviosa o le duele demasiado el trabajo de la aguja, puedes decirle que respire profundamente, de manera pausada y que deje salir el aire lentamente por su boca.
Ayúdale a disminuir el dolor
Existen algunos medicamentos tópicos que puedes usar en caso de que la persona sea muy intolerante al dolor.
- Pomada anestésica. Se aplica de 40 minutos a una hora antes de la sesión de tatuaje para que se absorba mejor en la piel. Puede tener mayor efecto si la zona se cubre con un plástico.
- Lidocaína. Se aplica en forma de spray o gel luego de hacer la mayor parte del tatuaje y antes de poner los detalles. Se trata de un anestésico local que ayuda a adormecer la piel y a prevenir infecciones.
¿Qué consejos previos le doy?
Como tatuador puedes recomendar una serie de consideraciones previas a la cita del tatuaje para que el proceso sea menos preocupante y disminuyas la ansiedad.
Un sueño reparador
Lo mejor es que tanto tú como el que se va a tatuar duerman de 7 a 8 horas la noche anterior, para que su organismo esté recuperado y descansado.
Si cualquiera de los dos llega con estrés acumulado o desvelado, lo más seguro es que el dolor de las agujas aumente o que la experiencia sea más complicada.
Que revisen tu portafolio de trabajo
Aunque no lo parezca, es importante que el o la interesada haga clic con tu trabajo y contigo, pues así se formará una buena relación entre ambos y se generará un recuerdo grato.
Honestidad ante todo
Las agujas y tintas del tatuaje van a manipular la piel de la persona, por lo que es importante que te comparta todos los posibles padecimientos que pudiera desarrollar.
Datos como si es alérgico a alguna sustancia, su nivel de tolerancia al dolor o tipo de cicatrización, te ayudarán a hacer un mejor trabajo, así como a cuidar la salud.
Mediten unos minutos antes
Al mantener la mente en blanco o con solo recordar los momentos buenos de la vida, el estrés y la ansiedad podría disminuir. Puedes acompañar la experiencia con música relajante.
Como tatuador evita que:
Las personas tomen analgésicos antes de tatuarse, porque al inicio no sentirán los pinchazos, pero cuando se termine el efecto del medicamento, el dolor será más fuerte y el resultado será el mismo.
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Ahora que sabes estos consejos, ¿los compartirás con tus colegas “de tatuador a tatuador”?