Huye de la información falsa en momentos de crisis
Huye de la información falsa en momentos de crisis: el contenido digital puede ser un arma de dos filos, por lo que debemos estar atentos a los datos y noticias que compartimos para evitar el pánico colectivo y la desinformación.
No, el agua caliente NO cura el coronavirus. No, el virus NO es exclusivo de la tercera edad. No, esto NO es una pandemia ficticia. No, aún no hay cura para el COVID- 19. Y no, el virus NO “se propaga menos en países de clima tropical” (sic) como te lo han dicho tus amigos y tus tías en Whatsapp o como lo has leído en Facebook o Twitter.
Con el afán de ser solidarios y contribuir con responsabilidad en estos tiempos, te damos consejos sencillos para que no seas el típico desinformador de tu grupo y estemos comunicados de maneras correctas y veraces para ayudarnos entre todos.
Claves para evitar caer en información falsa
Consulta sitios oficiales (y varias fuentes)
Por lo general, la información falsa surge en las redes, se comparte y se viraliza en ellas e influye en la realidad cotidiana más allá de internet. Algunas son mentiras, otras más solo están descontextualizadas y tienen diferentes fines, desde políticos y personales hasta económicos; y algunas no tienen argumentos más allá de las emociones u opiniones; lo importante es que busques informarte en sitios de organismos oficiales y voceros autorizados (el amigo del amigo no cuenta: en la era de la opinología hay que tener más cuidado a quién le hacemos caso).
Otro consejo es que busques si esa noticia fue compartida por varios medios de la misma seriedad. Aunque esto no es garantía al 100%, porque a veces hasta ellos caen en el pecado de querer ganar clics (el famoso click bait) y primicias sin verificar, al menos es una buena guía para no creer todo lo que lees. Dudar y verificar puede ser un buen mantra. Pregúntate: ¿esto que leo es creíble?
Evita caer en el pánico
El miedo es el peor enemigo ante casos de emergencia, porque nos hace susceptibles a creer en rumores y a crear escenarios apocalípticos antes de que estén sucediendo. Un ejemplo es el caso de las compras desmedidas, ¿de verdad era necesario que algunos acabaran con las reservas de gel, toallitas desinfectantes, termómetros y papel de baño dejando a los demás sin poder acceder a ellos?
Huir de los encabezados y los discursos amarillistas y alarmistas es otra clave para detectar esta información. Si las agendas de ciertos medios son el miedo, considera buscar alternativas que en lugar de asustar presenten publicaciones con perspectiva, datos comparativos, historias más profundas, testimonios de primera mano y enfoques más inteligentes.
Dale tu apoyo a los medios y a las comunicadores que den un mejor servicio a las audiencias, que tengan la verificación de datos como filosofía y no a los típicos que busquen alarmar para tener más rating. Las exclusivas no siempre son lo más necesario: lo fundamental es la ética del periodista, de la empresa que aloje esa historia y el tratamiento de las mismas.
Usa redes de manera responsable
¿Te ha pasado que compartiste (o te compartieron) una nota de que murió algún escritor o cantante y la nota es de hace cinco años? ¿O que ves un video en Twitter con información que supuestamente es de un hecho específico y resulta que es de otra fecha y otro lugar diametralmente opuesto? Antes de compartir, checa lo que difundes entre tus contactos. Todos somos responsables de la ecósfera digital. Y lee completa cada pieza, por favor. Hay quienes solo leen el titular y de inmediato distribuyen.
La infoxicación que vivimos implica compartir y consumir información de manera constante e inmediata, pero no hay que caer en la tentación de que todo lo que estamos viendo es cierto. Antes de distribuir una infografía, una nota o una foto checa qué dice con atención y de dónde viene, sobre todo si es un tema delicado, como el caso de esta pandemia que enfrentamos. Tampoco está de más usar tu sentido común (que bien dicen es el menos común de los sentidos en ocasiones). Pregúntate: ¿aportará algo mi mensaje?
Distingue la ciencia de la falsa ciencia
“Declaramos que vivimos en la era de la ciencia. Sin embargo, las ideas científicas, con sus conceptos y métodos, poco han penetrado en la cultura popular. En efecto, el público general poco sabe de los avances científicos y menos aún los entiende. Por otra parte, las supersticiones, los cultos esotéricos —por ejemplo, New Age— y las pseudociencias han tomado gran vigor y se expanden en la cultura popular”, escribe con certeza el investigador José Antonio de la Peña en “La percepción pública de la ciencia en México”.
En este caso, se necesitan sólidas políticas editoriales en la cobertura de salud que sean cercanas a fuentes y organismos especializados, pero también la agudeza del periodista para detectar información cierta y relevante. Y aunque tu como lector no eres el responsable de lo que los medios publican, saber esto puede ser de utilidad para que analices mejor cada contenido que te llega. Checa las 5 bases para una política editorial sólida en la cobertura de salud, que sugiere Pablo Correa, editor de temas ambientales, salud y ciencia en El Espectador.
¿De verdad quieres escribir eso?
Todos podemos opinar: eso nadie nos lo quita y esto tiene sus claroscuros. Pero, en momentos como este, lo que digamos sí puede tener un impacto que va desde lo positivo de hacer comunidad y apoyar a distancia, hasta lo negativo de alimentar la psicosis colectiva. Ser responsables y empáticos debe ser la guía básica para la comunicación en redes.
El analista Ricardo Raphael escribió “Cero prudente”, que es un excelente ejemplo para hablar del pánico sin sentido que algunos tuiteros pueden generar. Hay que leer, hay que escuchar, hay que analizar, pero sobre todo, hay que pensar varias veces antes de compartir algo en redes, incluso opiniones, sobre todo en estos momentos delicados. A veces el silencio es el mejor aliado si no se aportará nada útil.
Ojalá estos consejos te sirvan. Acompañémonos para salir juntos de esta situación, la cual es seria y real, en la que construiremos mejores soluciones si tenemos mayor compromiso con los mensajes que emitimos y dispersamos. Un consejo más es: tómate respiros, medita, haz algo que te guste y no estés leyendo todo el tiempo sobre el tema. Date paz mental, sin dejar de estar atento si hay alguna emergencia.
Sitios que te recomendamos para informarte sobre el coronavirus
Sigue las recomendaciones de higiene necesarias como quedarte en casa si es posible, no saludar de mano ni de beso y lavarte las manos constantemente con agua y jabón, además de limpiar y desinfectar las superficies de puertas, zonas de trabajo, etcétera, además de tu celular. Consulta estos sitios para más detalles:
- Sitio oficial de la Organización Mundial de la Salud
- Información general y oficial del Gobierno de México sobre el nuevo coronavirus COVID-19
- Información verificada sobre el COVID- 19 en Animal Político
- Verificovid
¿Fake News?
Decidimos hablar de información falsa y no usar el término fake news que es popularmente mencionado, porque en realidad es un oxímoron. Las noticias son, por definición, reales y han sido verificadas (o deberían serlo, estrictamente hablando).
Al usar y aceptar la definición de “noticias falsas”, se permite que otros llamen a su propio trabajo de la misma manera, lo que “relativiza el engaño y se pone al periodismo en el mismo plano de quienes quieren confundir”, opina la Fundación Gabo, dedicada a promover un mejor periodismo en los países iberoamericanos.
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