Mascarillas, un aliado natural
Las mascarillas son un gran vehículo para reavivar, hidratar y refrescar toda tu piel.
Aquí te damos algunos consejos para elegir la mascarilla adecuada y que puedas consentir al órgano más grande que tenemos: la piel.
Por ejemplo: la leche, además de fortificar tus huesos y articulaciones, en compresas frías sirve para hidratar y descongestionar la piel.
Si tu piel es grasa, la siguiente mascarilla es la opción: en un recipiente cuece una papa pelada. Después agrega dos cucharadas de leche y remoja las migas de pan y al final añade jugo de un limón. Úsala dos veces por semana.
Pepino: refrigera por una hora, cuando esté frío y fresco, corta dos rebanadas de aproximadamente medio centímetro.
Después de aplicarte una mascarilla para la cara, recuéstate y coloca los pepinos sobre los ojos, cuando los abras la piel que rodea los ojos quedará como nueva.