El pescado, clasificación y beneficios
Hay muchas formas en las que podemos clasificar a los pescados. Cuando se habla de salud, pueden distinguirse dos tipos, de acuerdo a la cantidad de grasa que contienen.
Los pescados blancos, también llamados magros, son aquellos que poseen una cantidad menor al 5% de grasa. Algunos ejemplos son: merluza, rape, bacalao y lenguado.
El pescado azul supera el 10% de grasa y puede alcanzar hasta un 25% dependiendo de factores variables como la temperatura del agua, la alimentación del pez y la época en que fue capturado. Sardinas, anchoas y atún son algunos de ellos.
El salmón y la trucha son un caso especial que algunos clasifican como semi grasos, pues aunque contienen un alto porcentaje de grasa y podrían considerarse azules, no lo son por ser una rica fuente de Omega 3.
Se denomina Omega 3 a los ácidos grasos linoleico, el eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA), que pertenecen al grupo de grasas saludables. Su principal beneficio consiste en disminuir los niveles de triglicéridos y ayudan a regular la presión arterial, lo que se traduce en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
El consumo de pescado es altamente saludable pues es una rica fuente de proteínas, contiene grandes cantidades de vitaminas A, D y E, se digiere fácilmente y es relativamente bajo en calorías.
No por nada la carne de pescado es la de mayor consumo dentro de la dieta mediterránea, considerada la más sana del mundo.
Fuente: Presentación de Claudio Poblete en Taller de Cocina Mediterránea de Expo Alimentaria 2011.