Existe un platillo polaco llamado miseria, que incluye una porción mínima de pepinos, crema agria y perejil.
Su origen se remonta a la Segunda Guerra Mundial en la cual Polonia sufrió los horrores de la persecución contra los judíos. Parte de esa segregación racial incluía darles porciones de comida menores que al resto de la población.
Si bien su sabor es delicioso eso era lo único que ellos podían consumir en todo el día ya que durante esa época tan dura en la historia de la humanidad la escasez era algo habitual.
Hoy en día la miseria se come como entrada y se acompaña de unos ricos blinis.
Más sobre los sabores de Polonia
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Agradecemos al restaurante D´Pólak para la elaboración de este artículo.
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