Los caldos son una de las comidas predilectas en la época de frío pues además de ser altamente nutritivos, al consumirse calientes hacen que el cuerpo se vigorice. Son por excelencia la cura casera para muchos males.
En México se tiene una enorme tradición de distintas composiciones caldosas. Estos picosos manjares también se forman de los ingredientes más diversos y exóticos, pero siempre deliciosos, y dice la leyenda que después de una noche de parranda son el desayuno ideal.
Aquí te mencionamos los más representativos:
Es un plato típico de Jalisco y se hace a base de carne de chivo preparado en salsa de muchas especias y chiles cocinados al horno. Tradicionalmente se hornea en tierra. Se hace un hoyo, al fondo se acomodan piedras previamente calentadas, sobre de ellas se pone la charola o cuenco de barro que estará recubierto con hojas de maguey. Sobre las hojas se pone el chivo y su adobo de chiles, se tapa el cuenco de barro y se cubre con tierra por 4 ó 5 horas. Se sirve caliente con abundante salsa, se acompaña con cebolla, limón y unas tortillas hechas a mano.
Éste es el jugo de la carne de borrego (barbacoa) cocida con el método tradicional su propio jugo o al vapor. Es de origen precolombino, aunque en su preparación se utilizan ingredientes que llegaron con los europeos al continente americano. Se acompaña con la carne, cebolla, limón y tortillas hechas a mano. Es originaria de los estados del altiplano, es por eso que en Hidalgo, Tlaxcala y Estado de México la han adoptado como su platillo tradicional.
Caldo Tlalpeño
Su origen, como su nombre lo dice, es del pueblo Tlalpan al sur de la Ciudad de México. Cuentan que por 1920, cuando en la ciudad de México el sistema de transporte era el tranvía. Una de esas rutas iba al pueblo de Tlalpan, en cuya estación se congregaban, entre las cuatro y las cinco de la mañana, vendedores y vendedoras de distintos antojitos como tamales, atole, café, sopes, etcétera. Ahí llegaba “Pachita” a vender caldo de pollo guisado de forma distinta, con sazón de chipotle; además lo acompañaba con tortillas recién hechas, aguacate y queso.
Consiste en un consomé condimentado hecho del estómago de la res (de donde toma su nombre) y opcionalmente con pata. Aun cuando es tradicional de México, también se prepara en América Latina y España; es conocido como callos, guatita y modongo. Suele acompañarse con una salsa roja picante y tortillas recién hechas. Podemos encontrar pancita en los estados del norte.
También se le conoce como mole de cuchara y aunque se duda que en realidad sea mole, cumple con los requisitos de serlo, ya que es un platillo molido con chiles, carne de res y verduras. Es originario del municipio de San Miguel del Puerto en Oaxaca y se consume en la zona central de México.
Fuentes: sahuaromex.com, planetamexico.com.mx, danzon-dedicado.blogspot.com/, mexicolindoyquerido.com.mx y guiadetacos.com
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