Temporada de bichos, ¡a comer insectos!
— ¡Ay, guácala! Yo no como eso ni de chiste. ¿Cómo pueden gustarte?
Esa frase se repite cada año con algunas personas en diferentes espacios cuando digo que me gusta comer bichos. Aunque existe un público interesado en estos alimentos, hay otro sector que los detesta. Personalmente, me gusta que tengan múltiples patas y cabeza, que sean especiados y sepan a planta, que truenen cuando los muerdo y que sus cuerpos brillen. Comerlos es un acto lúdico en el que hay un juego sensorial que inicia desde su color.
Y aunque una vez sí me comí uno vivo (con mucho esfuerzo y después de varios intentos en una de las visitas a Chilapa, Guerrero) no puedo negar que prefiero aquellos que ya cocinados que no se sacuden cuando los tocas.
Ya te contamos más de la gran variedad de insectos comestibles que tenemos en México y si tú también eres de los que se atreve a conocer nuevos sabores puedes comerlos en Alipús Endémico y Barra Alipús pues ya es su Temporada de bichos.
Probé los platillos del menú en la Condesa y mi gran favorito fue la costra de chapulines con pico de gallo, jícama y aguacate que es como ese grasoso y rico chicharrón de queso de las taquerías populares, que llegará a tu plato ahora con una combinación cítrica y cremosa muy agradable. Se come con las manos lo que le da el toque extra de goce al chuparte los dedos.
Otro de mis consentidos fueron los escamoles con vainilla de Papantla y tortita de quelites, un plato que integra de manera natural ingredientes afines. Estos pequeños bichos son exquisitos, mantequillosos, almendrados y todos deberían comerlos alguna vez en la vida.
Un insecto que me encanta ver son los xanues que son las chinches del mezquite, que pueden variar de nombre, tamaño y color según la región (alguna vez comí una en el Valle del Mezquital y se conocen como xohues y son más anchas, con franjas anaranjadas). Estos tienen una panza colorida que te intriga: tonos mostaza y rojos y un tamaño que puede impactarte a la hora de dar el bocado, pero no temas: son perfumados, acanelados y crujientes. Aquí te los servirán salteados con salsa de tamarindo, jícama y mango en tostaditas.
Otro de los platillos de esa carta son los gusanos Mexcalli con guacamole y ceniza de habanero y se sirven para taquear. Finalmente, hasta el postre se “embichó” pues en una cazuelita se colocó una tierra de cacao con chapulines y en medio unas trufas de mezcal. No está de más decir que la bebida perfecta para acompañar tu festín entomófago es este destilado de maguey tan valioso.
El menú del local en Tlalpan es el siguiente, por si quieres ir a probar más opciones:
- Tortitas de escamoles con gualumbos (flor de maguey) en cama de frijoles aromatizados y bañados en salsa de pulque. Se acompañan con tortillas de maíz azul
- Ceviche de chapulín con mango y guarnición mexicana, acompañado de trilogía de tostadas (nopal, chipotle y natural)
- Gusanos de maguey saltados con flor de izote, chile de agua y cebolla morada, con guarnición de pasta de frijol y queso de cintillo
- Pescado en salsa de xanues con salsa preparara con pasilla oaxaqueño y xoconostle con queso de cintilllo en guarnición.
Una de mis premisas cuando de comida se trata es probar todo lo que se pueda antes de decir no me gusta. Oler, tocar, saborear y percibir cada alimento que llega a nosotros amplía no solo nuestro paladar sino nuestro criterio y aceptación de otras culturas. Dale una oportunidad a estos animales comestibles y ya te contaremos de más restaurantes donde comer insectos esta temporada.
Si quieres disfrutarlos en casa prepara un ceviche de chapulines, una receta muy fresca y fácil.
Barra Alipús
Guadalupe Victoria 15, centro de Tlalpan
Alipús Condesa
Alfonso Reyes esquina Aguascalientes, colonia Condesa.
