En todo el país existen diferentes pozoles: verde, rojo, con carne de pollo, res o puerco y hasta el de Tlaxiaco, Oaxaca con mole de costeño y guajillo. En este caso, Nico Mejía contó sobre la tostada de pozole seco de Manzanillo que se trata de un pozole único en su estilo.
“Hace más de 100 años, en el ahora extinto Mercado Reforma del puerto de Manzanillo, se olvidó el pozole sobre unas brasas que aparentaban no tener calor y el pozole se secó. Así se vendió y gustó mucho, al grado de hacerse típico.
En lo personal, me di a la tarea de elaborar una tostada con el platillo con el que crecí. Mi madre nos servía pozole recalentado frito en manteca y lo acompañaba con repollo, rábano, tortillas de maíz fritas, limón y su especialidad la ”salsa del pozole”. A mí me fascinaba hacer esa mezcolanza con todo esto, al pozole le agregaba la suficiente salsa hasta casi hacerlo picante, después el limón ácido colimota, tomaba una tostada en la que esparcía el pozole y luego repollo, y entre mordida y mordida la alternaba con rábano, ¡qué recuerdo! Aún sigo saboreando esas memorias”.
Checa la receta que nos compartió y aprende a preparar este manjar de Colima.
Agradecemos a Crónicas del sabor por su apoyo para esta nota
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¿Probarías la tostada de pozole?
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