La cuarta revolución industrial es un concepto que a muchos les suena familiar, principalmente a aquellos que están involucrados en temas de tecnología e innovación, pero ¿por qué nos debe importar como emprendedores? A continuación te desglosaré algunos datos importantes.
¿Por qué cuarta?
La humanidad ha vivido varias revoluciones. Son consideradas así por los cambios sustanciales que han provocado en la industria, la economía, la tecnología y, sobre todo, la sociedad.
Por ello debemos ver que una cuarta revolución industrial implica no solo una ruptura al paradigma que teníamos, sino también un avance que trascenderá en varios aspectos de nuestros días.
La primera revolución ocurrió cuando el hombre empezó a emplear animales para sus procesos agrícolas. Posteriormente, en el siglo VXIII, surgió una serie de revoluciones entre las que destacan
Segunda y tercera revolución industrial
La construcción del ferrocarril y la invención del motor de vapor, así como la producción mecánica. Después, entre el siglo XIX y el XX la electricidad y la cadena de montaje hicieron posible la producción en masa. Sin embargo hasta 1960 surgió la tercera revolución, pues empezó una revolución digital que cambiaría la vida de los humanos en el mundo.
Por ello, la cuarta revolución industrial quedaría enmarcada en 2014, cuando Erik Brynjolfsson y McAfee, investigadores del Massachusetts Institute of Technology, afirmaron estar viviendo una segunda revolución digital.
¿Qué retos representa una cuarta revolución industrial?
Datos del libro La cuarta revolución industrial, de Klaus Schwab indican que:
“El 76% de los millennials cree que la innovación es la característica más valiosa de una empresa. Además, para 2020, el 50% de los trabajadores pertenecerá a la generación de nativo digital, o sea personas que se conectan 24/7” indica el texto.
Por ello, el reto para los empresarios y emprendedores no es tan sencillo como se podría prever.
Los cambios que hemos vivido en las últimas dos décadas han hecho que la relación con otros mercados, con clientes y con la solicitud de productos sea distinta.
Ya hemos hablado de cómo ha evolucionado el tema de atención al cliente, o de los riesgos que algunos ven en la inteligencia artificial; sin embargo, debemos ver qué podemos aplicar en nuestras corporaciones.
“En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes” indica Schwab en su libro.
Liderazgo acorde a la cuarta revolución industrial
Poder hacer frente a esta nueva etapa de la vida humana será un reto de adaptación. Por la misma razón Schwab da una serie de consejos para que no perdamos el rumbo en esta nueva era.
“Aprovechar el potencial de disrupción mediante el cultivo y la aplicación de cuatro tipos de inteligencia hará que logremos sortear estos desafíos”, indica en su libro sobre la cuarta revolución industrial.
Por tal motivo, un líder tendrá que saber ejecutar estos cuatro tipos de inteligencia.
Tipos de inteligencia:
- Contextual (la mente): tiene que ver con la forma en que entendemos y aplicamos nuestros conocimientos.
- Emocional (el corazón): se refiere a cómo procesamos e integramos nuestros pensamientos y sentimientos. Incluso cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.
- Inspirada (el alma): está vinculada con el sentido de propósito individual y compartido. Cómo se genera confianza y otras virtudes para alcanzar un cambio. Cómo actuamos en pro del bien común.
- Física (el cuerpo): alude a la manera en que cultivamos y mantenemos nuestra salud y bienestar. También contempla a los que nos rodean.
La clave para poder sortear con éxito estos cambios tendrá que ver con la capacidad de adaptación. Aplicar estos tipos de inteligencia podrá ayudar al individuo a mantener una mejor relación con sus colaboradores humanos y sus colaboradores robotizados.
“Podemos utilizar la cuarta revolución industrial para elevar a la humanidad hacia una nueva conciencia colectiva y moral, basada en un sentimiento de destino compartido” enfatiza Schwab.
El cambio está sucediendo ¿tú estás cambiando la forma en que te relacionas? ¿Crees que si no hay adaptación habrá fracaso? Comparte tus inquietudes.
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