Mejora tu rendimiento en el ejercicio, aprovechando la medicina funcional

Mejora tu rendimiento en el ejercicio, aprovechando la medicina funcional

Es importante tener un buen rendimiento en el ejercicio y la medicina funcional podría ayudar a descubrir qué tipo de disciplina es mejor para cada persona.

A través de una serie de estudios, se determina el estado de salud, rendimiento, capacidad y resistencia al momento de realizar cualquier deporte.

¿Cómo ayuda la medicina funcional a mejorar el rendimiento en el ejercicio?

La medicina funcional es una nueva corriente que se centra en la historia de vida del paciente para regresar equilibrio a su organismo y lograr que todas las partes de su cuerpo funcionen adecuadamente.

Así pues, para realizar un mejor diagnóstico del desarrollo de una posible enfermedad, esta rama de la medicina considera las siguientes acciones, que también podrían aplicarse cuando alguien quiere realizar ejercicio y tener un buen rendimiento.

Escuchar a la persona

Conocer la vida y el medio ambiente en el que se desenvuelve la persona para saber qué tan acostumbrada está a hacer ejercicio o el deporte que le gustaría practicar.

Hacer un examen físico

Encontrar anomalías en cualquiera de los siete procesos fisiológicos, que pudieran tener una repercusión en la salud mientras se practica algún deporte.

Establecer una línea de tiempo

Reconocer algunos eventos personales o de salud que dificulten realizar algún tipo de actividad.

Si quieres conocer más a fondo estas acciones, lee nuestra nota Medicina funcional, ¿cómo ayuda a tratar enfermedades crónico degenerativas?

Además de las acciones antes mencionadas, la medicina funcional puede hacer algunos estudios clínicos que permiten conocer el rendimiento, las ventajas y desventajas físicas de cada persona.

Esto es importante porque la elección de un ejercicio o disciplina deportiva depende de los resultados que se busquen, ya sea de salud, peso o para marcar músculo.

Reconocimiento médico deportivo

Junto con datos básicos como el peso, la estatura o el índice de masa corporal, el reconocimiento médico deportivo incluye una serie de estudios para valorar la salud de la persona y saber su rendimiento antes de comenzar a ejercitarse.

Espirometría

De acuerdo con el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, “la espirometría es un estudio que evalúa el volumen de aire que un individuo inhala y exhala en función del tiempo”.

Mide la máxima cantidad de aire que puede ser exhalada desde un punto de máxima inspiración.

La espirometría determina entonces la capacidad pulmonar de las personas y puede detectar con anticipación el desarrollo de asma o alguna enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Se recomienda que las personas con buenos resultados en este estudio realicen actividades aeróbicas como las de la siguiente lista, pues su capacidad pulmonar les permitirá explotar al máximo los beneficios.

Electrocardiograma

Monitorea el rendimiento y la actividad eléctrica del corazón a través de una máquina con ventosas adheridas al pecho.

La información resultante indica enfermedades cardiovasculares, alteraciones metabólicas y hasta puede reflejar latentes infartos fulminantes.

Las personas con buenos resultados en un electrocardiograma pueden realizar lo siguiente sin temor a que su corazón sufra de alteraciones o infartos.

Valoración osteomuscular

El sistema osteomuscular se refiere al conjunto de huesos, articulaciones, músculos y ligamentos que permiten el movimiento del cuerpo.

Esta valoración permite saber si la persona tiene artritis, osteoporosis, distrofia, debilidad muscular o cualquier otro padecimiento que pudiera limitarla al momento de llevar a cabo un deporte que exija mucho movimiento.

Actividades como las que se enlistan a continuación son muy recomendadas para personas con un sistema osteomuscular saludable, pues son menos propensas a lastimarse.

Valoración de fuerza isométrica

Este estudio mide la contracción de los músculos al momento de hacer un esfuerzo.

Si la contracción muscular es corta, puede deberse a que el peso con el que se está haciendo el ejercicio es mayor que la capacidad de músculo para generar fuerza.

Muy similar a lo que sucede en el punto anterior, las personas con buenos resultados en la prueba de fuerza isométrica pudieran realizar:

Valoración de flexibilidad

Este tipo de valoración se hace en los músculos llamados isquiotibiales, que se encuentran en la parte delantera del muslo y son los encargados de estirar la cadera y las rodillas.

Se trata de una prueba de flexibilidad muy importante porque está relacionada con la postura del cuerpo.

Las personas con mucha flexibilidad podrían aprovechar esta ventaja para practicar ejercicios con posturas complejas en las que se involucran todas las partes del cuerpo, tales como:

Test de esfuerzo o ergometría

Acorde con la Fundación Española del Corazón, durante el test de esfuerzo se realiza “ejercicio físico para valorar la respuesta del corazón”.

Se lleva a cabo porque las personas pueden padecer alteraciones cardiovasculares al momento de realizar ejercicio físico y no mientras están en reposo.

¿Cómo se realiza este test?

La intención de la ergometría es que la persona realice el mayor esfuerzo posible para saber su reacción y en caso de que experimente dolor en el pecho, falta de aire, mareo, palidez, sudoración fría o náuseas, reportarlo de inmediato al médico.

Análisis de saliva

Se trata de una prueba genética en la que se toma una muestra de saliva para analizar alrededor de 75 genes que tienen impacto en el metabolismo, en la energía utilizada por el cuerpo o en el ejercicio realizado.

También es capaz de reconocer la tolerancia o rechazo a ciertos alimentos, para que a partir de eso se puedan ajustar los elementos de su dieta.

Al ser una prueba que combina factores como la genética y el ambiente de la persona, su aplicación es recomendable cuando esta comienza con un deporte o, por el contrario, lleva tiempo sin obtener los resultados esperados.

Recomendaciones para mejorar el rendimiento

Siempre es bueno recordar las siguientes recomendaciones antes, durante y al finalizar el ejercicio con el fin de disminuir lesiones y mejorar el rendimiento.

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Ahora que sabes que la medicina funcional puede ayudarte, ¿vas a aprovechar sus ventajas para mejorar tu rendimiento?

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