Sensores y algoritmos que previenen el cáncer de mama
En el año 2014 se registraron en México 11,372 casos nuevos de cáncer de mama. Esto según datos de la Secretaría de Salud en un reporte de 2016.
Con estos números, el padecimiento se coloca como la primera causa de muerte en mujeres mayores a los 25 años. Y es uno de los padecimientos que más vidas cobra en este sector de la población.
Prevención en la detección de este padecimiento
El incremento en el número de casos de cáncer de mama se asocia de manera importante a la transición demográfica, a los estilos de vida poco saludables y al envejecimiento poblacional.
No obstante, una detección oportuna del cáncer de mama aumenta las posibilidades de curación y disminuye la mortalidad.
Los componentes principales de la detección son: la educación de la población y el tamizaje (las pruebas tempranas de laboratorio). Esto porque la educación permite adquirir conocimiento acerca de los factores de riesgo, signos y síntomas de la enfermedad y de las acciones de detección.
Por otro lado, el tamizaje consiste en la utilización de pruebas sencillas en una población sana, con el fin de detectar a las personas que aún no presentan ningún síntoma. Así se previene la enfermedad.
Quiénes son las más susceptibles
Según la Secretaría de Salud, la edad promedio de las pacientes con cáncer de mama es de 54.9 años. Donde la incidencia más alta en el número de casos se registra en el grupo de 50 a 59 años, con el 45% de todos los casos.
Factores como la herencia, el poco acceso médico y la nula prevención son los que más afectan a las mujeres mexicanas.
¿Qué se puede hacer?
Además de realizarte un estudio de mastografía cada año, desde que cumples 25 años, debes acudir a tu ginecólogo con regularidad.
En la actualidad también existen otros recursos que ayudan a saber si estamos padeciendo alguna enfermedad de forma más sencilla. Este es el caso de Eva, un sostén que te ayuda a detectar el cáncer de mama.
¿Cómo se desarrolló Eva?
Julián Ríos es un joven emprendedor que está al frente de Higia Technologies, una empresa innovadora que se dio a conocer gracias a la inventiva de Ríos.
La idea surgió a raíz de que la madre de Julián Ríos fuera diagnosticada con cáncer de mama. Ríos, de tan sólo 15 años de edad, decidió que ayudaría a más mujeres en la detección de este padecimiento.
Gracias al uso de sensores y algoritmos, unidos a un dispositivo de fácil uso sobre la piel fue lo que le permitió a Julián Ríos salvar la vida de un ser querido.
“Mi mamá empezó con una molestia en el seno. Los doctores decían que no había de qué preocuparse y resultó que sí era cáncer. Esta situación me llevó a querer hacer algo para detectar a tiempo el cáncer de mama”, dijo Julián, durante su participación en KIO Kloud Camp.
Un sueño que puede ayudar a miles de mujeres
Con el apoyo de amigos, se dedicaron a desarrollar un prototipo que permitiera un diagnóstico fiable, en relación con los que ya hay disponibles en el sector. Una opción era el sensor térmico.
La temperatura de los senos sanos y de los cancerosos es diferente, debido principalmente al metabolismo del tejido con lesión. Los tumores aumentan la circulación de nutrientes a sus células mediante la apertura de sus vasos sanguíneos lo que genera calor. Si hay una elevación inusual el brassiere la detecta.
A través de sensores, se realiza un mapeo para ayudar a detectar anomalías en los senos. Así, desarrollaron una cubierta de 250 biosensores, tan fácil de poner como un recubrimiento de un brassiere, el cual monitorea y envía información a una aplicación para lograr un diagnóstico.
Julián subrayó que además de la vanguardia en estos proyectos, son muestra de cómo estas iniciativas permiten salvar vidas.
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