La Cana: mujeres tejiendo oportunidades de reinserción social

La Cana: mujeres tejiendo oportunidades de reinserción social

Daniela Ancira Ruiz, Raquel Aguirre García, Mercedes Becker Pérez y Wendy Balcázar Pérez son las cuatro fundadoras de La Cana. Un proyecto que comenzó como una experiencia universitaria y que hoy transforma la vida de cientos de mujeres privadas de la libertad.

La Cana no es solamente un modelo de emprendimiento social exitoso desarrollado por mujeres, también se ha convertido en un conjunto de programas que brindan apoyo a mujeres privadas de su libertad y que velan por su óptima reinserción social.

La Cana, tejiendo una historia de libertad

Daniela Ancira Ruiz, fundadora y emprendedora social de La Cana, nos cuenta que todo comenzó hace algunos años, cuando sus compañeras y ella visitaron el reclusorio de Barrientos en el Estado de México, como parte de un proyecto de la universidad.

“Ahí pudimos conocer a algunas de las mujeres que estaban en el reclusorio, vimos cómo viven y nos dimos cuenta de que no había ningún programa de reinserción social que funcionara”.

En esta experiencia, las fundadoras comprendieron que los reclusorios no ofrecían a los internos oportunidades para superarse, ni las herramientas que les permitan elegir opciones de vida alejadas de la delincuencia.

“Platicando con las mujeres recluidas, nos dimos cuenta de que todo cuesta en la cárcel. Aparte de la carga emocional que implica estar adentro de prisión, también existe una carga económica. Además, el 85% de las mujeres que están en la cárcel son madres y tienen que mantener a sus hijos”.

Foto: La Cana

Esto impulsó a las fundadoras a despegar las bases de La Cana. Inicialmente enfocado en llevar actividades productivas y la capacitación para un oficio a los reclusorios.

“Vimos que muchas de ellas sabían tejer, entonces decidimos llevarles un diseño comercial, lo vendimos y les dimos el dinero”.

Las jóvenes emprendedoras visualizaron el proyecto para que las personas privadas de su libertad pudieran mantenerse económicamente dentro del reclusorio, aportar un ingreso a sus familias y prepararlas para los retos de la vida en libertad.

Actualmente, las fundadoras de esta iniciativa han logrado que La Cana cuente con un programa de reinserción social, que busca atender la problemática de forma integral y transformar la vida de estas mujeres hacia oportunidades alejadas de la delincuencia.

Retos de La Cana para un emprendimiento social exitoso

Ancira Ruiz, nos platicó que uno de los retos de La Cana ha sido elaborar un producto de buena calidad que compita en el mercado, pero con las dificultades y limitaciones que implica que esté hecho en prisión.

Desde introducir el material a la prisión por todos los filtros de vigilancia, el espacio para elaborar los productos y la logística para recogerlos son parte de este desafío, según nos cuenta Daniela.

“Nuestra producción es un poco más lenta a diferencia de un negocio normal. Solamente podemos ir una vez a la semana a ver que el producto esté bien, no es como las empresas acá afuera que pueden ver y modificar la elaboración de sus productos cuando quieran”.

La fundadora nos explica que otro reto es el de ganarse la confianza de las internas y que realmente se comprometan con la idea de que es un trabajo como cualquiera.

“Muchas de ellas no están acostumbradas a cumplir ciertos lineamientos. Nuestros productos son artesanales, pero tenemos que lograr que cada producto se vea casi igual”.

Por otra parte, nos menciona que es difícil crear empatía con la causa, debido a los estigmas sociales que existen. ¿Cuántas personas están realmente dispuestas a confiar y a brindarle una oportunidad a alguien que, presunta o efectivamente, delinquió, pero que busca transformar su vida?

“Nos hemos topado con personas que rechazan este proyecto […] El reto es también hacer conciencia en la sociedad, entender que si le das trabajo a una persona y le enseñas a hacer una vida lejos de la delincuencia, es una inversión como sociedad para crear un mejor país”.

Como cualquier emprendimiento, los recursos siempre son un reto. Ancira Ruiz, platica que a pesar de ser una causa social, el objetivo es que La Cana sea un proyecto autosustentable.

“No queremos ser solamente una fundación, buscamos ser una empresa y que nuestro modelo se pueda sustentar tanto en la parte productiva como en la parte social”.

Foto: La Cana

La Cana, hilando una reinserción integral

Hoy, La Cana cuenta con diferentes proyectos que son parte de su programa de reinserción integral, y participan en diversos aspectos que se relacionan con la vida de las personas en prisión.

Capacitación Laboral y Empleo

Capacitación para el empleo es el programa más grande de La Cana. Aquí se capacita a las mujeres privadas de su libertad en diferentes técnicas de tejido, bordado, costura y tramado textil.

Daniela Ancira Ruiz, nos comenta que se les imparte una clase a la semana y se les deja trabajo. Después se regresa por el producto para que sea vendido y se les paga de forma quincenal.

Actualmente, este proyecto se encuentra en tres penales del Estado de México: Barrientos, Ecatepec y Nezahualcóyotl Sur.

La Cana ha ido creciendo y aunque comenzó usando las redes sociales como su principal canal de venta, ya cuenta con tres quioscos en diferentes plazas comerciales de la Ciudad de México y el Estado de México. También, hacen ventas a consignación en más de 20 tiendas en diferentes partes de la República y cuentan con pedidos especiales.

Uno de los éxitos que ha tenido esta marca fue Frida, un peluche tejido de la perrita que participó en las labores de rescate tras el terremoto de septiembre de 2017.

Salud Mental

Ancira Ruiz, menciona que el programa de Salud Mental es otra de las bases de este proyecto.

La fundadora nos explica que aunque La Cana ya llevaba actividades productivas y capacitación para el empleo en los reclusorios, tiempo después se dieron cuenta que aún les faltaba atender el problema de la reinserción social desde otras vertientes.

“Muchas de las internas vienen de entornos de violencia, abusos sexuales […] Deben de sanar muchas otras cosas para poder sanar sus vidas”.

En este programa se desarrollan diversos talleres impartidos por psicólogas: desde desarrollo humano, hasta terapia de grupo y terapia individual.

Actividades Complementarias

Estas actividades se enfocan en aspectos de educación, arte, cultura y deporte. Un ejemplo son las clases de pintura, las mujeres pintaron un mural en el penal de Ecatepec que incluye diferentes frases de escritores.

Mural pintado por mujeres privadas de su libertad en el penal de Ecatepec. Foto: La Cana

Incidencia de La Cana en Políticas Públicas

La fundadora nos platica que el trabajo en reclusión no está nada regulado y no se reconocen los derechos laborales.

La Cana impulsó el año pasado un foro en el Senado de la República denominado: “Trabajo Penitenciario. La importancia de su regulación para una efectiva reinserción social.”

Este foro tuvo una gran aceptación, tanto que para este periodo de sesiones se espera una iniciativa de reforma a la Ley Federal de Trabajo para regular esta práctica que se lleva a cabo en las cárceles de nuestro país.

Apoyo Jurídico

La Cana cuenta con un área de asesoría jurídica para aquellas mujeres a las que se les han violado gravemente sus derechos humanos a lo largo de su proceso en prisión.

En 2018, se seleccionaron dos casos para patrocinar su defensa, en ambos se promovió un Juicio de Amparo Directo.

Si quieres conocer más información, puedes escribir directamente en la página de La Cana.

Seguimiento en Libertad

Según comenta la fundadora del proyecto, una vez que las mujeres salen de prisión es cuando más vulnerables se encuentran.

A través de este programa siguen recibiendo atención psicológica y continúan trabajando con La Cana. También, son canalizadas con empresas aliadas para darles empleo formal.

Foto: La Cana

¿Quieres contribuir con La Cana para tejer un mejor país?

Si quieres contribuir con la gran labor que hace este grupo de mujeres, puedes participar de diferentes formas: hacer un donativo monetario o en especie (tela u otros insumos para elaborar los productos), y por supuesto, comprar los #ProductosConCausa de La Cana, ya que estarás ayudando a que este proyecto pueda seguir apoyando a más mujeres.

La Cana es un ejemplo de que el emprendimiento social es posible. Este grupo de mujeres se esfuerza todos los días por hacer que otras mujeres tengan una perspectiva de vida distinta.

Su pasión por esta causa ha llegado a más de 250 mujeres y este proyecto se dirige hacia otros horizontes. La Cana está en planes de exportar sus productos y seguir creciendo.

Para todos aquellos que buscan emprender algún proyecto social, Daniela Ancira Ruiz, nos comparte:

“No hay una fórmula para que alguien pueda emprender de forma exitosa. Sin embargo, la clave es que te apasione la causa. Con ello puedes motivarte para mover todos los hilos y emprender ese proyecto”.

Aquí puedes encontrar más información sobre La Cana:

Página: lacana.mx

Facebook: @lacanamx

Instagram: lacanamx

Agradecemos a La Cana y a Daniela Ancira Ruiz, por su apoyo para esta nota.

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Cuéntanos: ¿tienes algún proyecto de emprendimiento social?, ¿ya conocías La Cana?

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