A de abeja quiere que comamos y valoremos a la miel mexicana

A de abeja quiere que comamos y valoremos a la miel mexicana

A de abeja quiere que comamos y valoremos a la miel mexicana

Arlette Gómez Ortiz ha consumido miel pura desde niña. Nunca faltó este ingrediente en su casa: el primo de su abuela era apicultor y proveedor de miel en la familia, hasta que dejó el negocio porque no le redituaba económicamente.

Ella es diseñadora gráfica de profesión, pero desde 2015 tiene un proyecto personal llamado A de abeja, con el fin de que este tema sea más relevante en la alimentación mexicana. “Para mí, la miel es un básico. Jamás me lo pregunté hasta que probé una de súper. En ese punto comencé a cuestionarme todo el universo que envuelve la apicultura en México y conecté la problemática socioeconómica de los apicultores, el gran rol ambiental que juegan las abejas y la falta de información que existe en torno a un producto delicioso”, explica.

Foto: Cortesía

Mieles mexicanas, directo de productor

Esta marca se dedica a colaborar con apicultores de toda la República para acercar al público diferentes tipos de miel orgánica, de distintas floraciones.

Arlette dice que el proceso de selección es muy sencillo:

Foto: Cortesía

Algunas de sus mieles y sus apicultores

Pronto tendrán más como las siguientes:

Si quieres saber más de cada una de ellas, checa en su página web algunas de sus características organolépticas.

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Retos culturales, ecológicos y económicos

Como ya te conté en #GraciasAbejas en este blog hay diferentes problemáticas alrededor del tema. En términos ecológicos, las abejas juegan un papel vital en el ecosistema, ya que son los polinizadores por excelencia.

“Considero que el principal reto de la miel en México es cambiar hábitos de consumo. Estamos muy acostumbrados a consumir azúcares refinados y en general a no cuestionarnos de dónde viene todo lo que comemos y qué impacto tiene en nuestro organismo”, opina Arlette.

“Además de la apis melífera (la abeja que produce la miel que conocemos) existen más de 20 mil especies, la gran mayoría son solitarias y no producen miel, otras no tienen aguijón (melíferas y trigonas)”, agrega.

Ella explica que “todas las poblaciones de polinizadores han disminuido en los últimos años”, y que “el rol de los apicultores ha sido denunciar el uso de agroquímicos para poder cuidar de sus abejas e inspeccionar los campos de donde se alimentan para asegurar buenas cosechas de miel”.

Agrega que la venta de la miel está muy castigada: los apicultores no reciben el precio justo por su trabajo ya que “no existe un círculo virtuoso en este ecosistema porque no hay demanda local de miel. Entonces los precios los dictan los compradores mayoristas extranjeros”, asegura. Otro objetivo sería cambiar la mentalidad, al consumirla de manera regular y a un precio justo para poder reactivar la economía de los productores.

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Consumidores y lo que se necesita

Arlette piensa que falta promover el consumo interno de miel pues las personas no saben el gran tesoro que México tiene en cuanto a diversidad y calidad, por lo que terminan consumiendo productos importados, contribuyendo al cambio climático que afecta la preservación de las abejas y su entorno.

“Nosotros organizamos constantemente catas de miel, y la respuesta de los asistentes es increíble: no solo les sorprende la variedad floral, sino que también se interesan por las abejas y por conocer el origen de los productos que consumen”, dice.

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Cultura alimentaria e investigación alrededor de la miel

“En nuestra experiencia, lo que vemos con los apicultores es que en sus familias no es un básico. En una ocasión estaba desayunando con un apicultor en Torreón y en lugar de ponerle miel a su café utilizó un endulzante químico”, narra Arlette. Esta experiencia difiere a que en el sureste del país: los apicultores de abejas nativas sí utilizan los beneficios de la colmena para la comunidad.

Hoy en día está colaborando con Nido Social para un proyecto de preservación de meliponas en la reserva de la biósfera de Calakmul.

Además, Berenice Díaz, maestra en ciencias y apasionada de la biodiversidad y conservación, realiza la investigación botánica de sus mieles. “Los apicultores nos dan referencias de las flores y Bere investiga las propiedades de las mismas y el impacto que tiene la polinización de las abejas en los ecosistemas donde intervienen”, dice.

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Save The Bees México y otros proyectos sociales

Algunos de sus proyectos son el lanzamiento de la plataforma Save The Bees Mexico junto con ApiculturaMx, Estudio Navegante y Therapia. La dinámica consiste en que cualquier persona interesada en apoyar a los apicultores pueda adoptar una abeja o hasta una colmena entera.

Las donaciones van desde los $100 hasta los $6,000 pesos, y planean ayudar con 20 colmenas a siete apicultores de su red, en los diferentes estados de la República Mexicana al finalizar el año.

También han hecho catas paras recaudar fondos y han sido dos para un mismo proyecto llamado Vinculando Esfuerzos quien invitó al proyecto A de abeja para colaborar con la compra de herramientas e inauguración de un taller de apicultura dentro de la Quinta del Bosque, un centro de readaptación social para menores en el Estado de México.

Con el dinero recaudado compraron el material, y en julio Arlette presentó el taller junto con el maestro apicultor, quien les enseñará desde cero a cosechar la miel para que se les compre y de esta forma estos chicos tengan una nueva oportunidad de vida cuando estén afuera.

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Conciencia y transformación

“Tratamos que las personas perciban más allá del sabor de la miel y se cuestionen: ¿Por qué en mi hogar consumimos miel de supermercado?, ¿Por qué el 63% de la producción de miel se destina a la exportación? ¿Por qué la extinción de las abejas representaría una crisis alimentaria a nivel mundial? ¿Por qué los apicultores como las abejas juegan un papel tan importante en nuestras vidas? ¿Por qué las abejas se están extinguiendo a un ritmo acelerado y cómo podemos detenerlo? ¿Por qué los apicultores abandonan esta actividad para dedicarse a otra?”, enfatiza.

Su objetivo es informar a las personas que se acercan y ayudarles a tomar acción hoy para asegurar la continuidad del hábitat y la diversidad biológica. A de abeja ha transformado a esta joven en todos los sentidos: se ha vuelto un consumidor mucho más analítico, revisa con lupa a quién le da su dinero, y da sus esfuerzos para generar un impacto positivo en su círculo cercano.

“Como diseñadora gráfica, he podido explorar nuevos caminos, proponer ideas y hacer un equipo multidisciplinario lleno de corazón. He podido conjuntar el sueño de generar un cambio positivo en términos sociales y medio ambientales. Además, se ha hecho una especie de mini comunidad que quiere el proyecto y lo nutre de ideas. Somos como una colmena activa y feliz”, expresa.

Foto: Cortesía

¿Dónde encontrar estas mieles?

Sus puntos de venta son diversos restaurantes de la Ciudad de México, así como en La increíble librería, The Backyard (incorporó la miel a sus platillos), Papalotl, Comedor Milán, Green & Sweets, Le Manie, Verde que te quiero verde, Makao e Irracional Café.

Más información:

Facebook: miel.adeabeja

Página web: adeabeja.com

Instagram: miel.adeabeja

Agrademos a Mayra Martínez su apoyo para esta entrevista.

Autor

  • Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

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