Betty Vázquez y la gastronomía nayarita, una relación íntima

Betty Vázquez y la gastronomía nayarita, una relación íntima

Betty Vázquez y la gastronomía nayarita, una relación íntima

Un pueblo chico con historias grandes: así presenta Betty Vázquez a San Blas, Nayarit. El Hotel Garza Canela es el legado familiar con más de tres décadas de servicio y amor por su tierra y El Delfín es el restaurante en el que ella presenta lo que ha aprendido en una trayectoria de viajes y vivencias.

Esta chef, conductora y promotora de su región cree que no hay mayor fortuna que tener la oportunidad de quedarte donde has sido muy feliz. A pesar de sus constantes travesías desde que era adolescente para conocer el mundo y aprender de otros países, incluyendo su paso por la aviación como profesión y sus estudios de cocina en Europa, esta sanblasera de corazón regresa siempre a su entrañable terruño y lo promueve desde el ámbito culinario.

Si vas a visitarla, sentirás el cálido recibimiento de inicio a fin. Su madre, su hermana y el personal (que lleva años trabajando con ellas) de este alojamiento son una familia a la que te integras como huésped, pero también como amigo.

Jardín al interior del Hotel Garza Canela. Foto: Mariana Castillo

Sabores nayaritas de Betty Vázquez

Su abuela, María López, fue la mejor maestra que pudo tener en cuestiones de sazón, pero ha tenido otros mentores como Juan Mari Arzak. Ella cuenta que un desayuno típico en una casa nayarita estaría compuesto por pellizcadas o gorditas con chicharrón, pescado ahumado en salsa de jitomate, tamales de camarón, queso fresco y panela, pan de plátano, mermelada de yaca, frijoles puercos, con manteca de cerdo, chorizo y sardina.

Explica que entre los platillos más emblemáticos de la costa nayarita están los ceviches, los aguachiles, el pescado zarandeado y las empanadas de camarón. Algunos de la zona centro que no pueden faltar son codillo de puerco con verdolagas y chile guajillo, encacahuatado, pollo a la plaza (que va cocido y frito en manteca, acompañado con encurtidos) y antojitos diversos.

Hay otro menos conocidos como el tastihuil, una preparación de Mexcaltitán, que es un caldillo de camarón espesado con masa que lleva albóndigas de camarón; o el pozole de camarón, que se da para sorprender en ocasiones especiales.

“Si queremos quedar bien con alguien los de la costa damos puerco, pues es algo que tenemos que comprar. Si queremos comer lo de todos los días servimos pescado. El estado tiene mucha cocina poco explotada, pero yo hablo de los platillos que más me emocionan”, agrega.

Desayuno de campeones: así es el menú de una familia en Nayarit. Foto: Mariana Castillo

Técnicas y saberes

Una de las técnicas gastronómicas habituales en Nayarit es la conservación a base de secado, ya sea al sol o con sal. La altura en la sierra es suficiente para secar queso. “Y ves en los techos de las casas petates de camarón con puños de sal“, explica. Este se usa sobre todo en los meses que están en veda. Ella agrega que lo ideal es comer camarón de estero y mar en temporada.

Otras técnicas más son el ahumado en maderas como la del mangle, el hervor de caldos con la ayuda de piedras volcánicas, la cocción lenta de carnes, la conservación en grasa y el guardado bajo tierra para mantener la frescura. Todas estas son legado de las diferentes mezclas culturales que la entidad ha tenido desde la época prehispánica hasta la actualidad.

“Los coras y huicholes comen serpientes, armadillo, quelites y todo eso que les da la vida. Como ser humano vas alimentándote con lo que tienes alrededor y con ingenio descubres cómo guardarlo”, añade.

Pan de plátano Foto: Mariana Castillo

México, un regalo: Betty Vázquez

Betty viajó al extranjero y también por todo el país con su familia y a veces en soledad. Lo fundamental es que se le enseñó a valorar su entorno. “¿Cómo no querer a un espacio que te ha acogido siempre?”, dice.

Lejos de nacionalismos que no aceptan la diversidad y la interculturalidad, el discurso de Betty es en pro del orgullo por lo propio para, desde ahí, aprender y construir. Ahora más que nunca quienes se dedican al tema alimentario buscan ahondar en cada territorio para poder intercambiar conocimientos. Ella hace lo propio con esta latitud.

“Para mí viajar por México es como viajar por un museo que no tiene paredes. Cada esquina te va a dar un retrato perfecto de alguien que te sonríe, en cada esquina te vas a encontrar un atardecer y ese será el mejor cuadro natural, porque el momento te lo está regalando… cualquier buena mesa es un buen bodegón. Entonces, uno debería circular por él como cuando visita un museo: con el ojo abierto y la sensibilidad a flor de piel para tratar de captar lo que cada espacio del país nos da y lo que cada región nos ofrece”, dice.

El verdadero lujo al llegar a otro destino es saber que tendrás guías gustosos por mostrarte la cultura y la esencia de este puerto. Lo humano es fundamental a la hora de viajar. Si alguien conoce la cocina de este estado es Betty, quien la usa como puente comunicativo para lograr que más personas se enamoren de Nayarit.

Restaurante El Delfín al interior del Hotel Garza Canela. Foto: Mariana Castillo

¿Dónde puedes probar las delicias de Betty Vázquez?

El Hotel Garza Canela y el restaurante El Delfín se encuentran en el municipio de San Blas, Nayarit, en Paredes 106 Sur.

Página web: www.garzacanela.com

Facebook: garzacanela

Teléfono: (323) 285 0112

Mail: hotel@garzacanela.com

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Agradecemos a Riviera Nayarit y Experiencias por México de Culinaria Mexicana su apoyo para este texto.

Autor

  • Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

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