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La siembra comunal en San Francisco Cajonos: el tequio en la cultura zapoteca

La siembra comunal en San Francisco Cajonos: el tequio en la cultura zapoteca
  • Published28 March, 2019

La siembra comunal en San Francisco Cajonos, poblado ubicado en la Sierra Norte oaxaqueña, es una actividad que nos invita a valorar la cultura zapoteca y al maíz. Ahí se busca constantemente la autosostenibilidad, la independencia y el mantener vivas las enseñanzas de los ancestros.

Fernando Hernández Mata nació en esta tierra. Es realizador de video y luchador social. Hace casi treinta años estudió cine en Cuba gracias a una beca. Junto con Álvaro Vázquez, Martha Colmenares y otros compañeros, quienes son precursores del movimiento de video de pueblos originarios en México.

En el marco del Carnaval que se celebró el 3 de marzo, y a fin de comunicar la labor que realizan en esta población, él mostró un adelanto de su documental Guz Gu’n che law que quiere decir “producción comunal de maíz” en zapoteco.

Este refleja la siembra social de 12 almudes de este grano (50 kilos, de variedad amarilla) en tres hectáreas en 2017, ya que hace cinco décadas no se producía de esta forma. Lo hacía cada familia, pero no todo el pueblo. Esto es algo importante: a raíz de esa acción, hoy en día hay maíz de sobra, el cual se ha almacenado en silos; una parte se usa para las fiestas, y otra se ha repartido equitativamente.

La siembra comunal en San Francisco Cajonos: ejemplo del tequio en la cultura zapoteca
La siembra comunal en San Francisco Cajonos: Fernando Hernández Mata y una tortilla cotidiana Foto: Mariana Castillo

La siembra comunal en San Francisco Cajonos

“Todos siempre habían sido autosuficientes hasta que el gobierno empezó a mandar maicito en bulto, lo cual es más barato, pero empezó a cambiar el trabajo colectivo. Muchos se mantienen firmes en que no comerán los (granos) que vienen de afuera, pues mejor aquí mismo se conserva y se tiene el maíz”, explica Fernando.

En el video se ve un mensaje poderoso: mujeres y hombres esforzándose por lograr algo juntos. Calabazas, maíces y pepitas eligiéndose entre charlas y bromas. Desde los más pequeños hasta los abuelitos unidos día y noche para dejar de lado a los híbridos. Aquí se comen varios maíces que la gente conoce como negrito (que puedes ver en las fotos), amarillo, blanco y rojo.

Tamales como el de ceremonia con frijol, atoles como el blanco o el champurrado, moles como el amarillo de frijol de la sierra, el chichilo y por supuesto, las tortillas son alimentos serranos que se logran gracias a la naturaleza.

“Antes no había vehículos, tractores ni carretera. Tenían distintas formas de operar y ahora ha cambiado. Pero dentro del municipio, hay una estructura de organización y funciones. Los topiles les dan el agua a los que están trabajando, los mayores de vara son los encargados de hacer la lumbre para que calentemos las tortillas. Antes los regidores preparaban la comida, que podía ser un caldito de frijol, algo. Ahorita se lleva el taco y se calienta en brasa y en el campo. Si uno se lleva una tortilla de aquí y no se la come allá y regresa a casa, sabe más sabrosa. Por alguna razón extraña, esa vuelta le cambia el sabor”, narra.

La siembra comunal en San Francisco Cajonos: ejemplo del tequio en la cultura zapoteca
La siembra comunal en San Francisco Cajonos: con los maíces se hacen alimentos como el atole blanco Foto: Mariana Castillo

El tequio y la asamblea

Fernando dice que esto fue posible gracias al tequio, una labor de ida y vuelta. El tequio es el trabajo que se da por el otro: es un acto de reciprocidad que funciona en varias comunidades y es un valor intrínseco en su cultura. Existen dos tipos de ciudadanos: los activos, de 18 a 60 años; y los ancianos de más edad que ya no pueden hacer esfuerzos grandes. Los primeros son quienes deben aportar trabajo físico y algunos de los segundos quieren seguir ayudando.

Este tipo de decisiones se proponen en una asamblea que cambia de forma constante. La gente opina y determina qué sí y qué no quieren. Se habla en zapoteco y en español. Lo que Fernando comparte tanto en esta charla como en el video es lo que dice la gente, las enseñanzas que se les dan en el hogar desde niños: la selección de las semillas, el cuidado del suelo, la siembra y el desgranado de las mazorcas.

Ellos buscan fortalecer la información que queda en la memoria de los viejitos. Incluso, su sistema comunitario de vida se mantiene en algunos de los que han emigrado como él. Se busca la forma de integrarse y ser parte de las labores aunque se esté lejos.

La siembra comunal en San Francisco Cajonos: una panorámica del pueblo Foto: Mariana Castillo
La siembra comunal en San Francisco Cajonos: una panorámica del pueblo Foto: Mariana Castillo

La terapia comunitaria en la siembra comunal en San Francisco Cajonos

Fernando piensa que vivir en un pueblo cura la mente y el cuerpo. “La colectividad tiene otras cosas que generamos entre varios. Un día le puse a esta sensación terapia comunitaria: ir a un trabajo de este tipo es ir carcajeándose hasta lo más profundo que tenga que salir una risa”, explica.

De las nuevas generaciones muchos viven en Oaxaca, Ciudad de México y Estados Unidos. Los que habitan ahí sí van a las asambleas, participan como topiles. “Los que están fuera no tienen el mismo contacto y sentido de la responsabilidad, se pierde un poco y con esto queremos que se vea lo que se está haciendo, en qué se está gastando el dinero”, opina.

Él agrega que estos videos no tienen el objetivo de encontrar éxito o reconocimiento individual. Se debe llegar a un consenso para decidir en dónde se proyectará cuando quede lista la versión final de este documental. Dice que esto es resultado de un esfuerzo de mucha gente lo que motiva. “Más que por presumirlo o darlo a conocer, son testimonios que pueden servir para comprendernos mejor entre todos y que haya respeto en las formas como se es, se piensa y se actúa. Compré equipos y es que hay mucho por hacer, por grabar”, finaliza.

Wzon en zapoteco quiere decir “hacer el arado” pero profunda y filosóficamente es un vocablo que tiene que ver con el trabajo humano y natural. Es agradecer, es saber que hay un sentido de ceremonia, más allá del simple intercambio económico.

La siembra comunal en San Francisco Cajonos: este cartel dice en zapoteco "Respeta la palabra de tus padres". Foto: Mariana Castillo
La siembra comunal en San Francisco Cajonos: este cartel dice en zapoteco “Respeta la palabra de tus padres”. Foto: Mariana Castillo

Agradecemos a Yaasib Vázquez, Martha Colmenares y a los pobladores de San Francisco Cajonos su apoyo para este artículo.

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Cuéntanos, ¿conoces más casos como el de la siembra comunal en San Francisco Cajonos?

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  • Mariana Castillo

    Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

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Mariana Castillo

Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

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