Desconéctate en playa virgen La Llorona
Si de desconectarte se trata, playa virgen La llorona es una de las mejores opciones en la costa de Michoacán.
El mar es abierto, por lo que es un poco más rudo que en otras playas; sin embargo, no es nada que no puedas sortear siendo un buen nadador o rentando un chaleco salvavidas.
Aquí como en otras solitarias playas de Michoacán, el hospedaje básico es la acampada. Hay una que otra zona con cuartos pero los baños son compartidos con los aventureros acampadores o turistas fugaces.
A pesar de ser un destino solitario y sin comodidades, es un gran lugar para ir en familia, amigos o pareja. El silencio, la convivencia y la buena vibra adornan este bello lugar.
Los visitantes van completamente preparados con mesas, sillas, anafres, camas inflables y hasta albercas para los más pequeñitos. Puedes preparar tu propia comida o degustar algún platillo en sus palapas.
Los restaurantes, como imaginarás, no son lujosos ni a puerta cerrada pero ¿hay algo mejor que comer mirando y escuchando al mar?
Instalada tu casa de campaña, aventúrate a recorrer la playa con los pies desnudos. La arena dorada con toques negros es tan suave y fina que no querrás volver a ponerte zapatos jamás.
¿Qué hacer?
Como en su vecina, Playa Maruata, el internet y la señal no existen, así que puedes hacer lo que hace mucho no haces: convivir.
Así es, este lugar lleno de paz y tranquilidad es ideal para reconectarte contigo mismo, tu familia, tus amigos o tu pareja. Horas infinitas de pláticas, una lectura con el mar de fondo o una siesta reparadora escuchando el romper de las olas son las mejores actividades del lugar.
Al final de la playa virgen La Llorona hay una serie de rocas en las que, si te tomas el tiempo de escalar, podrás tomar las mejores fotos panorámicas de la playa. Después, podrás refrescarte un rato en una pequeña fosa natural en la que chicos y grandes se sientan a tomar el sol o mirar a los pelícanos y gaviotas en plena acción de caza.
¿Cuánto cuesta?
Prácticamente todo en playa virgen La Llorona es barato o accesible.
Acampar cuesta tan sólo $100 pesos por noche, mientras que los platillos básicos para desayunar rondan los $50. Las comidas un poco más elaborados como camarones o pescado frito oscilan entre los $130 y $180 pesos pero están muy bien servidos y lo mejor, tiene todo el sazón de la tradición familiar.
En este paraíso michoacano, armar un viaje familiar sin hotel ni lujos puede resultar en increíbles recuerdos y el fortalecimiento de lazos desgastados hace tiempo. No lo pienses más, renta un auto, contrata un tour y comienza a organizar las vacaciones de tu vida.