¿Por qué es tan importante la educación ambiental?
El estilo que llevamos a diario tiene grandes impactos ambientales. Ahí te van datos oficiales para que veas que no exageramos. Según, la Dirección de Educación Ambiental de la SEDEMA, vivimos en una ciudad de más de nueve millones de personas, donde al día circulan (¿listo?) más de cuatro millones de automóviles, se generan más de 12,500 toneladas de residuos sólidos y se usan más de 32 mil litros de agua por segundo. Lo peor es que ya no sabemos qué hacer con tales cantidades de desechos, el agua está escaseando (¿alguna vez te ha tocado pasar uno o más días sin agua en tu casa?).
Cuando conoces cifras como estas, es necesario hablar de la educación ambiental, para crear conciencia (en ti, en mí, en todos) sobre la importancia del cuidado del medio ambiente.
¿Por qué es tan importante la educación ambiental?
A través del proceso de formación (talleres, eventos, publicaciones y más recursos) se puede sembrar nuevos valores y actitudes que ayudan “al uso racional de los recursos naturales y a la solución de los problemas ambientales que enfrentamos en nuestra ciudad”.
En resumen: la educación ambiental nos ayuda a entender los efectos de nuestras acciones en el medio ambiente. Al crear conciencia sobre nuestro entorno y los daños que podemos ocasionar, tendremos el conocimiento y las herramientas para contrarrestar dicho impacto.
Recuerda que el objetivo de la educación ambiental es que seamos responsables de nuestro entorno, que adoptemos nuevas actitudes para mejorar nuestra calidad de vida y, al mismo tiempo, conservar el futuro del planeta (¿ya sabes qué mundo le dejarás a tus hijos, sobrinos o a Chabelo cuando te vayas?).
Cualquier día del año es bueno para ponernos a reflexionar y actuar sobre el tema, pero cobra mayor relevancia el 26 de enero porque se celebra el Día de la Educación Ambiental.
¿Quieres unirte? Aquí enlistamos algunas opciones para que empieces (o sigas) en el cuidado del medio ambiente.
1. Conoce más sobre la biodiversidad mexicana con este libro
Porque dicen que “ojos que no ven, corazón que no siente”, el libro Mexicanos por naturaleza del biólogo, ecólogo e investigador de la CONABIO, el Dr. Carlos Galindo Leal te lleva de viaje al corazón de nuestro patrimonio natural. Aquí conocerás desde datos curiosos, hasta imágenes de diversas especies mexicanas: bacterias, hongos, plantas y animales. No te preocupes, los textos están escritos de una forma muy amable (con dichos y todo), sin enredos ni conceptos técnicos que solo un biólogo podría entender.
https://sisoy.net/mexicanos-naturaleza-libro/
2. Toma fotos de plantas y animales de México y luego súbelas a esta red (es como Facebook, pero con onda naturalista)
Esta es una plataforma de ciencia ciudadana donde puedes participar tomando fotos (a través de aplicaciones o de tu cámara) para luego subirlas y, de esta forma, colaborar con un mapa de las especies. Es decir, ayudarás a aumentar el conocimiento sobre la biodiversidad mexicana. El plus: puedes armar o participar en alguna salida organizada por los participantes.
https://sisoy.net/naturalista-red-social-aprender-plantas-animales-mexico/
3. Asiste a alguna de estas actividades para reciclar e intercambiar tu basura por productos
Para seguir con tu espíritu verde, enseguida te cuento sobre algunos de los eventos en la CDMX que promueven la protección del entorno ambiental y el desarrollo de proyectos sustentables:
https://sisoy.net/eventos-cdmx-cuidado-del-medio-ambiente/
4. Planta uno o más árboles
¿Sabías que la reforestación es una actividad que todos deberíamos hacer por lo menos una vez al año? Al plantar árboles en terrenos donde antes no los hubo –y, claro, utilizando ciertos métodos y técnicas–, ayudamos a la rehabilitación, recuperación, conservación y protección de selvas, bosques, humedales y zonas áridas. Estos son algunos beneficios de plantar un árbol:
https://sisoy.net/beneficios-de-la-reforestacion-que-quiza-no-conocias/
5. Adopta una planta en peligro de extinción
En México hay alrededor de 30 mil especies de plantas. Dirás: ¡son un montón! Y pues sí; sin embargo, el 46% está en algún tipo de riesgo (aquí lo dicen estos datos de 2014 de SEMARNAT). Atendiendo a las especies en riesgo, dos grupos pro-diversidad vegetal unieron fuerzas: el Instituto de Biología de la UNAM y la Asociación de Amigos del Jardín Botánico IB-UNAM, y crearon el primer Centro de Adopción de Plantas Mexicanas en Peligro de Extinción. Te cuento más:
https://sisoy.net/adopta-planta-como-funciona/
6. Recicla unicel
Hay una gran opción para reciclarlo. En serio. Y es llevándolo al primer centro de acopio de unicel en México. “¿Qué? ¿Eso existe?” Para saber más de él, platicamos con Héctor Ortiz, co-fundador de la empresa Rennueva y responsable del centro de acopio, quien nos explicó todo el proceso: desde la recepción del material hasta su transformación.
https://sisoy.net/primer-centro-acopio-de-unicel-en-mexico-donde-esta/
7. Separa tu basura por colores
Para evitar que los residuos se combinen o se ensucien con otros y pierdan su valor, es importante conocer los distintos colores que se utilizan para la separación. En México se contemplan cuatro colores para identificar los residuos: verde, gris, naranja y café.
¿Qué va en cada uno? Te explicamos:
https://sisoy.net/separa-tu-basura-por-colores/
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