¿Buen viajero? ¿Y eso con qué se come? Quizá pienses que al ir de travesía solo necesitas tu maleta, dinero y ganas de conocer, pero en realidad todo viaje, en mayor o menor medida, significa un encuentro con otra realidad y personas.
Para ser un buen viajero no basta con estar dispuesto a vivir experiencias nuevas, también es fundamental respetar las costumbres, la naturaleza, el patrimonio y la cultura del lugar al que vamos.
Todo depende del contexto
El viaje es una oportunidad propicia para el descubrimiento, pero también un escenario donde poner a prueba sobre el terreno ciertos estereotipos y prejuicios adquiridos con anterioridad, dijo Jordi Grau, uno de mis maestros en el Máster de Periodismo de viajes en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Todo se vive según el contexto: si te hospedas en un hotel todo pagado no vivirás lo mismo que si vas a un pueblo en la sierra norte de Puebla o en la Amazonia brasileña, pues en el primero el ambiente está controlado a la comodidad y la estandarización y tiene un fin hedónico válido pero con otro enfoque.
Por ende, es necesario que si nos encontramos en un sitio en el que estamos en contacto con otras formas de vivir, las palabras clave son: respeto, apertura y empatía. Es válido que algo no te guste o te incomode, pero antes de juzgar, observa y aprende: no todos vivimos de la misma manera y viajar nos ayuda a abrir nuestro panorama a la otredad y dejar el etnocentrismo a un lado. Solo así podemos acercarnos y saber que nuestra visión del mundo no es la única posible.
“Los viajes sirven para conocer las costumbres de los distintos pueblos y para despojarse del prejuicio de que solo en la propia patria se puede vivir de la manera a que uno está acostumbrado”. René Descartes.
Sentido común a la hora de viajar
Recuerdo dos viajes (uno nacional, al norte del país; otro internacional, en el Magreb) en los que se visitaron los hogares de familias que vivían ahí. Todos querían tomar fotografías antes de acercarse a platicar con las personas que ahí habitaban y, sobre todo, no pedían autorización para traspasar límites de privacidad. Era incómodo y violento para las personas que abrían las puertas de su casa.
Un consejo que te doy (y que viene más del ámbito de la antropología social que del turismo) es que importan más las personas que cualquier otra cosa: siempre pregunta si puedes tomar una foto o entrar a un lugar antes de hacerlo.
El sentido común te guiará, ¿te gustaría que llegaran a tu casa y te vieran como si estuvieras en un zoológico o que no respetaran las reglas que tienes en tu espacio? La idea de conocer un sitio implica platicar, observar y disfrutar. Lo indispensable es lo que aprehendas durante la vivencia, lo que guardas en tu alma y tu memoria: los aromas, los sonidos, los colores y, sobre todo, lo que sientes. ¡Disfruta!
Tómate tu tiempo
Mucho se habla en las revistas de viajes de la diferencia del turista y el viajero y en esta época de sobreconsumo se quiere más y más para subirlo a redes, para mostrarlo a los amigos y la familia o para ir tachando sitios por visitar en tu lista.
Toma unos minutos y piensa: ¿te importa acumular o llenar tu vida de algún tipo de aprendizaje más profundo y horas placenteras? Pregúntate: ¿qué es lo que te mueve a viajar? ¿Qué quieres llevarte de esos momentos en otro lugar?
Para conocer necesitamos algo más que disposición, necesitamos tiempo, pues para acercarnos a otros contextos, conocerlos, compartirlos y tratar de entenderlos, la rapidez no es la mejor aliada. Si bien hay recorridos prácticos que funcionan para ver panoramas generales, te sugiero que planees tus rutas con base en tus intereses, con pausas para apreciar con un enfoque más personalizado.
Sé responsable y respeta las reglas
Mientras estaba en Machu Picchu, una señora y sus hijas traían “en jaque” al pobre padre de familia con tal de obtener la imagen perfecta para el Facebook, mientras se acercaban a la orilla. Un policía llegó y les pidió que tuvieran cuidado y es que nada justifica arriesgarse. Otra vez estaba en el Sótano de las Golondrinas un muchacho que no quería seguir las instrucciones de los guías locales y ellos prefirieron prohibirle que realizara la actividad.
Vivir momentos inolvidables es posible, pero hazlo de manera responsable y estos son algunos tips:
- Realiza tus excursiones de forma segura: infórmate de rutas ya establecidas y con guías locales certificados.
- Lleva siempre contigo tus datos y teléfonos de emergencia.
- Respeta las recomendaciones de seguridad del destino.
- Si algo no te da “buena espina”, retírate.
- El lugar importa: si estás en una zona arqueológica o área natural protegida, no tires basura y sigue las indicaciones de quienes cuiden el lugar.
Sé un buen viajero en tu propia ciudad
Sí, ir a otros países es maravilloso, pero a veces conocemos poco nuestra ciudad, sus alrededores y nuestro propio país. Hay destinos para todo tipo de viajeros: los que aman la naturaleza, la historia, el descanso, la comida… ¡opciones no te faltarán!
En la Ciudad de México hay una infinidad de colonias con muchas historias que se siguen escribiendo: Coyoacán, la San Rafael, la Santa María la Ribera, el Centro Histórico, la Guerrero, Xochimilco… en este blog encontrarás recomendaciones para conocer lugares y personas, así que sigue leyéndonos.
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¿Qué otras sugerencias crees que sean necesarias para el buen viajero?
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