La rifa, chocolatería en Coyoacán que tiene amor por el cacao
Esas locuciones tan “defeñas” son las que dan nombre a La Rifa, un espacio dedicado al chocolate y el cacao al mando del joven cocinero Daniel Reza Barrientos.
“Rifar” es una frase que los chilangos entendemos pues es la forma coloquial de decir que uno se atreve y decide realizar alguna acción. Además, al decir que algo “rifa” definimos que algo es magnífico.
Precisamente él descubrió que el chocolate “rifaba” después de conocerlo, investigarlo y trabajar en diferentes restaurantes y prestigiadas chocolaterías; así que decidió abrir ésta tienda en uno de sus barrios favoritos: Coyoacán.
El espacio se conforma por algunas mesas de madera, una barra y dos vitrinas con barras de distintos orígenes y porcentajes de contenido de cacao. Al fondo, destaca un hermoso mural que ilustra un árbol de cacao y un grillo. Éste fue pintado por Sego, un creador de graffiti mexicano que desarrolla su trabajo en muros de calles y recintos en la Ciudad de México, Buenos Aires, Paris y La Habana, entre otros.
¿Qué probar en La rifa?
Sin duda, para beber te recomiendo pedir un chocolate de leche o uno de agua, que pueden darse fríos o calientes. El primero se sirve en una gran jícara con su agitador artesanal para remover los residuos de cacao que se asientan en el fondo, y el segundo en una taza del proyecto artesanal Artefacto.
También hay infusiones de cascarilla de cacao y una especial de la casa llamada Infusión que rifa y que lleva jengibre y jamaica, además del ingrediente estrella.
Más opciones a probar
La carta se divide en antojitos salados y dulces. En los primeros, están las tostadas con guacamole y chapulines, pero lo que no debes perderte son los tamalitos de frijol cubiertos con mole: tres bocaditos suaves cubiertos con esta salsa hecha en casa, queso fresco y cebolla morada.
En los antojitos dulces está uno de los alimentos más populares de La Rifa: el tamal de chocolate que se elabora con 60 por ciento de cacao integrado en la masa con un poco de mantequilla, por lo cual su textura y sabor son deliciosos.
Los precios son bastante módicos, así que si buscas un sitio en el que no tengas que gastar mucho para darte un gusto chocolatoso dirígete aquí.
Cacao, la base de La Rifa
El cacao criollo utilizado aquí es originario de Cumuapa, Cunduacán en Tabasco. Daniel me explicó que usan alrededor de 30 kilos cada semana y media pues buscan mayor calidad en cada receta.
Además, él me contó que lo compran con Armando Muñoz Vasconcelos, chef propietario de Drupa Museo Interactivo del Chocolate. Sus familiares, Víctor Vasconcelos Martínez y su hijo Welmer Vasconcelos Hernández son los encargados de los sembradíos de cacao.
El proyecto de estos tabasqueños toma forma en un contexto en el que los productores de la zona abandonan la actividad por falta de recursos o de interés, así como poca demanda del producto. Pero ellos confían y trabajan duro en pro del cacao mexicano.
Él opinó que uno de los retos a vencer es que el consumidor está acostumbrado a comer manteca de cacao y azúcar en exceso en forma de postre y no cacao puro en porcentajes considerables visto como alimento.
La sugerencia que hace para ser un mejor consumidor de chocolate es leer la etiqueta y verificar qué tanto porcentaje de cacao tiene el producto y qué tanto es manteca de cacao. Así, no te darán gato por liebre.
Trabajo en equipo
Daniel vive en Iztapalapa desde hace años. Está acostumbrado al consumo e intercambio local con la gente de confianza y a la colectividad que caracteriza a los barrios.
Compra los tamales de frijol con una señora de Milpa Alta que los hace con maíz de su milpa y el mezcal se lo provee otra más que lo trae de Oaxaca, también compra otros insumos en mercados.
Colectividad y detalles
Además, su familia está muy involucrada en el proyecto y lo apoyan al 100 por ciento: uno de sus tíos que trabaja con madera le ayudó a hacer las repisas, las estructuras y algunos de los platos; su papá se encarga de moler el cacao, entre otras actividades; y su mamá está al tanto de los clientes, pedidos y más.
Este apasionado por el chocolate me contó que el hecho de estudiar el año pasado el Diplomado de Cocinas y Cultura Alimentaria de la Escuela Nacional de Antropología cambió su perspectiva de la gastronomía y confirmó la orientación profesional que seguirá de aquí en adelante, tanto que confesó que si no amará ser chocolatero, sería antropólogo.
Para Daniel el chocolate significa felicidad, no sólo por el efecto de placer que provoca comerlo, sino por la acción de compartirlo.
Más información
La Rifa se localiza en Allende No. 45, Local 13, Colonia del Carmen en la Plaza Frida.
Facebook: La Rifa
Twitter: @LaRifa_Oficial
Teléfono: 04455 4008 0785
Agradecemos a La Rifa su apoyo para esta nota.
1 Comment
Estoy buscando algunabtienda que menpudieravhacer20 pzas no muy grandes. Del cascanueces. Para navidad