Clorofila, magia verde
La clorofila es uno de los compuestos químicos fundamentales de todas las plantas. Esta biomolécula no sólo es la responsable del color verde, sino también es la principal involucrada, junto con la luz, en el proceso de fotosíntesis.
La clorofila ofrece también sus propiedades terapéuticas al organismo humano y el poder para regenerarlo a nivel molecular y celular. Además de su capacidad para desintoxicar y depurar el cuerpo, combatir infecciones, ayudar a curar heridas y promueve el funcionamiento del sistema circulatorio.
De acuerdo con Richard Willstätter, ingeniero químico alemán galardonado con el Premio Nobel, la molécula de la clorofila tiene una similitud con la de la hemoglobina, el pigmento rojo de la sangre humana y, al igual que ésta, se compone de cuatro elementos: carbón, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno.
La mayoría de las plantas contienen clorofila, pero las de mayor cantidad son: acelgas, alfalfa, algas (en especial la chlorella), apio y berros.
Existen diversas formas de consumir la clorofila, la más natural y efectiva es en vegetales, cuanto más verde sea el vegetal, mayor concentración tendrá. Algunos de los que aportan mayores cantidades son: espinaca, lechuga, acelga, berro, col rizada, rúcula, perejil, cilantro, entre otras. También algunas algas, como la espirulina o la chlorella, poseen grandes concentraciones; así como algunos brotes, por ejemplo los de trigo.
Se puede comprar clorofila liquida también en la farmacia o tiendas naturistas y consumirla como suplemento.
Fuente: www.salud180.com